Puericultura Market 172

97 INFORME: NATALIDAD Chicco presentó el estudio ‘Infinity Women’ a finales del año pasado, en el que hacía una lectura de la situación actual de la maternidad entre las mujeres de España, y en concreto en Cataluña. Ante la pregunta sobre cuáles son los principales retos y temores a la hora de quedarse embarazada, las opciones más repetidas entre las catalanas son: los motivos económicos (58,2%), es una responsabilidad para toda la vida (57,3%), falta de tiempo (32,7%), no saber cuidar o educar a los niños y niñas (30%), y no tener ayuda (28,2%). Otros factores relevantes que condicionan la decisión de lamaternidad son: el miedo al parto (24,5%), la renuncia a la carrera profesional (19,1%) y el miedo a los cambios físicos durante el embarazo (11,8%). A la hora de ampliar la familia y los condicionantes para no tenermás descendencia, se repiten los recursos económicos (53,2%) o la falta de tiempo (17,7%) como los motivos principales. Mientras un 21% sugiere que no existen condicionantes que le impidan tener más descendencia, un valor bastante inferior a la media española (29,8%). El estudio se interesa también por conocer cuáles son las necesidades que deben ser resueltas para favorecer la natalidad. De entre todas las opciones, las más mencionadas son: unamayor conciliación con los horarios de trabajo de ambos progenitores (88,2%), ayudas económicas para sufragar gastos indispensables de los niños como ropa omaterial escolar (50,9%), unmayor acceso a guarderías en plazas y horarios más flexibles (47,3%). Los datos reflejan que las catalanasmuestran unamayor preocupación que el resto de las españolas por la conciliación (81,7% a nivel estatal), pero similar en cuanto a las ayudas económicas para sufragar gastos (50% a nivel estatal). Retraso del embarazo El 19% de las mujeres catalanas señala como uno de sus principales temores a la hora de quedarse embarazada la renuncia a sus proyectos profesionales y, de hecho, el 41,8%de ellas confiesa haber retrasado o tener intención de posponer lamaternidad por motivos profesionales. El 23,6% lo ha hecho porque prefiere tener una situación más estable en el trabajo antes de tener hijos e hijas, y el 18,2% sostiene que no renuncia a ser madre en el futuro a pesar de haberlo pospuesto. Preguntadas por la posibilidad de abandonar su carrera profesional enprode sermadres, el 47,3% lo rechaza, mientras que a nivel nacional el dato es algo superior (54,2%). Y, preguntadas a la inversa, los datos revelan que el 77,3% no están dispuestas a abandonar su deseo de ser madres en favor de su desarrollo laboral, situándose la media a nivel nacional en el 78,4%. En definitiva, las mujeres catalanas no quieren tener que verse obligadas a elegir entre su trabajo o convertirse enmadres. EL 70,9% DE LAS MUJERES NO QUIERE RENUNCIAR A TENER HIJOS mundo, con 1,3 hijos por mujer. Además, la edad media del nacimiento del primer hijo se encuentra entre las más altas a nivel internacional, a los 30,9 años. En la UE esta edad solo es superada por Italia. La investigación apunta que alrededor del 35% de las mujeres que han superado la edad reproductiva óptima querría haber tenido más descendencia y aproximadamente el 19% de las mujeres de más de 45 años no tiene hijos. Este último porcentaje está por encima de la media europea y solo por debajo de países como Italia, Reino Unido y Países Bajos, que se acerca más al 20%. Según las investigadoras, los motivos de esta diferencia entre la fecundidad deseada y la real son diversos, pero unas políticas insuficientes de apoyo a la familia, el aumento de la incertidumbre en el mercado laboral y una mayor inestabilidad en las parejas se encuentran entre los principales factores que explican por qué muchas mujeres deciden retrasar el momento de convertirse en madres. Estos obstáculos a los que se enfrentan las mujeres acaban teniendo como consecuencia una menor fecundidad, que obedece en parte a que, con el retraso de la maternidad, disminuyen tanto la fecundidad como el tiempo que les queda a las mujeres para concebir un hijo. Así, el estudio concluye que “la baja fecundidad tiene importantes implicaciones políticas y para la sostenibilidad del estado del bienestar. A las parejas les resulta difícil lograr que todo esté encaminado antes de tener descendencia. No obstante, las políticas con las que se ha intentado aumentar la fecundidad a través de transferencias de efectivo a corto plazo no han tenido éxito y solo han afectado de forma temporal al momento en que se han producido los nacimientos. Los cambios en la conciliación entre vida laboral y familiar, la dedicación de más tiempo por parte de los hombres a las tareas domésticas para reducir la ‘segunda jornada laboral’ que les espera a muchas mujeres al llegar a casa tras el trabajo y las mejoras en el mercado laboral parecen ser los ingredientes básicos para favorecer la fecundidad” n.

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