JUGUETES 253

3 PUBLIRREPORTAJE “¿POR QUÉ NO PUEDO CONSTRUIR UNA CIUDAD USANDO MENOS RECURSOS EN CATÁN?” Empecemos siendo sinceros; nadie respeta las normas por placer sino porque sabemos que no hacerlo está mal. Este es un pensamiento correcto, pero que queda en la superficie, ya que es más importante que un niño entienda el por qué está mal, más allá de simplemente limitar sus acciones. Gracias a los juegos de mesa, observan que existen unos límites que nos sitúan en una posición de igualdad y que estos límites pueden ser molestos, pero de no existir, no sería posible el funcionamiento del juego. Además, nos permite entender en un entorno controlado y simplificado que estos límites no son arbitrarios. Así, sin darnos cuenta, ya estamos teniendo los primeros encontronazos con la frustración… “ES QUE JULIA CUANDO JUGAMOS Y PIERDE, EMPIEZA A TIRAR TODO Y NO HAY QUIEN LA CALME… POR ESO LA DEJÁBAMOS GANAR SIEMPRE” Entonces toca enseñarle a Julia a tolerar su frustración, que es un aprendizaje que va a tener que hacer y es mejor que lo haga en casa con su familia, que es un entorno controlado y seguro. Evidentemente, nuestro objetivo cuando jugamos es ganar, pero es importante que aprendan a disfrutar del trayecto y no sólo del final. Si siempre la dejamos ganar, lo único que estamos haciendo es convertir un refuerzo positivo como es la victoria, en un estímulo neutro, una rutina que el día que no llegue cuando juegue con sus iguales en la escuela, se convertirá en un castigo. No olvidemos tampoco que dejando ganar se rompe esta situación de igualdad que el juego se ha esforzado en ponernos. Evidentemente, tampoco se trata de ir a por todas y avasallar al niño haciendo que convierta en castigo el propio juego en sí. Se trata de entender en qué etapa del desarrollo está el niño o niña y así poder adaptarnos a sus capacidades para ofrecerle un reto razonable. “ES QUE A JULIA PIERDE FÁCIL LA CONCENTRACIÓN Y SE LE DA FATAL EL DOBBLE” El cerebro es un órgano con una gran plasticidad, lo que significa que se adapta para resolver los diferentes retos que le propongas. Dimensiones cognitivas tan cruciales como la atención, memoria, concentración, planificación o visoespacialidad, se entrenan en los juegos de mesa. Esta plasticidad se produce principalmente durante la infancia y adolescencia, pero se mantiene a lo largo de toda la vida desarrollándose habilidades diferentes. Efectivamente, los juegos de mesa no son sólo para niños. “BUENOS DÍAS DOCTOR, ME LLAMO JULIA Y ME SIENTO SOLA… NUNCA HE SIDO UNA CHICA EXTROVERTIDA, Y DE PEQUEÑA MIS PADRES ME LLEVARON AL PSICÓLOGO YA QUE TENÍA UN CARÁCTER MUY FUERTE Y HACÍA LO QUE QUERÍA” Tanto en infancia como en adolescencia y en edad adulta, los juegos de mesa son de las mejores opciones que podemos encontrar para socializar. Empezando por la Julia en la infancia, es bueno que esta adquisición de normas que la frustran, pueda hacerla en casa. Así podrá disfrutar más del juego con sus amistades y el juego podrá convertirse en un catalizador de la comunicación social. En la Julia adolescente, encontramos que puede resultarle difícil la coordinación en el grupo de iguales, pero que en juegos por equipos debe remar junto al resto. En la edad adulta, este espacio simbólico permite también practicar habilidades sociales como la comunicación asertiva en juegos de negociación. Sea a la edad que sea, los juegos de mesa nos ofrecen un espacio seguro en el que el más tímido y el más extrovertido tienen los mismos turnos de palabra y donde los derechos asertivos que puede resultar difíciles de aplicar son algo normalizado. ASÍ QUE JULIA, ¿QUIERES JUGAR A ALGÚN JUEGO DE MESA? n DEVIR TEL. 93 238 98 70 WWW.DEVIR.ES 23 PUBLIRREPORTAJE

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