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DOSIER EERR PARA USOS TÉRMICOS 19 se propone, entre otras medidas, el alcanzar el despliegue de 4 millones de unidades de bomba de calor en 2024 y de 10 millones en 2030, para que el parque instalado alcance los 60 millones de unidades en ese año, o el recientemente publicado Reglamento 2022/2577 de 22 de diciembre8, por el que se establece un marco para acelerar el despliegue de energías renovables y donde la bomba de calor ha sido reconocida dentro de la categoría de “interés público superior”, al contribuir a la salud y la seguridad públicas de la UE (de modo similar a EEUU, donde la bomba de calor ha pasado a ser considerada “tecnología estratégica para la defensa del país”9). También el 2022 trajo cambios en la metodología de cálculo de la energía renovable aportada por las bombas de calor, con la entrada en vigor del Reglamento Delegado 2022/759, de 14 de diciembre10, según el cual parte de la energía extraída en refrigeración “activa” puede ya considerarse como energía renovable. Esta metodología quedará afectada por la adopción de un nuevo factor de energía primaria para la electricidad, factor de 1,9 en lugar del actual de 2,5 (según el era la tecnología correcta, desde el principio, como siempre ha defendido AFEC, tanto para instalaciones térmicas individuales como centralizadas, bien cubriendo el 100% de la demanda con bomba de calor, bien como sistema híbrido (puesto que con el 30% de potencia se cubre el 70% de la demanda de energía anual en calefacción, de media). Así, y gracias a las energías renovables como la bomba de calor, nos encontramos en la dirección correcta para alcanzar el objetivo marcado. Ya en el año 2021 se vendieron en Europa 2,2 millones de unidades y se alcanzó un incremento de ventas del 34% sobre el año 2020, con un parque total instalado de 17 millones de bombas de calor (desde el 2009), una potencia total estimada de 147 GW y una cuota de mercado de calefacción en Europa del 13%, según la Asociación Europea de Bomba de Calor EHPA5. Aunque las ventas de bomba de calor en Europa en 2022 se han enfrentado al reto de la falta de suministro de componentes básicos y de semiconductores, los fabricantes de equipos han realizado un gran esfuerzo para responder lo mejor posible a las demandas del mercado. También la investigación en bomba de calor muestra buena salud, como se deriva de la enorme actividad de investigación y desarrollo en fabricación de bombas de calor en Europa en estos años. Tan solo entre los años 2017 y 2019, el 48% de las nuevas patentes de bombas de calor para calefacción se desarrollaron en Europa, seguidas de Japón (12%), US (8%), Corea (5%) o China (5%), y donde el programa ”Horizon 2020” ha puesto a disposición de los fabricantes 277 millones de euros en fondos6. Desde el punto de vista de la normativa europea, para acelerar aún más el despliegue de energías renovables como las bombas de calor, durante el 2022 y el 2023 se encuentran asimismo en revisión directivas como la Directiva de energía renovable, la Directiva de eficiencia energética, la Directiva de impuesto a la energía o la Directiva de eficiencia de la edificación, entre otras. También ha sido especialmente importante en el 2022 la redefinición de la nueva política energética de la UE, mediante la comunicación “RepowerEU” del 18 de mayo7, donde La atmósfera que nos protege es muy fina y frágil, solo tenemos 6 km de altura “respirable”. Imagen de Arek Socha, PIXABAY.

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