GP118 - Gaceta de la Protección Laboral

65 ENFERMEDADES PROFESIONALES Las causas más frecuentes del dolor de espalda son los problemas osteoarticulares (41,2%) y los factores profesionales (19,1%). La elevada prevalencia y las manifestaciones clínicas condicionan que el dolor de espalda sea un motivo importante de pérdida de calidad de vida de quienes lo padecen, ocasionando importantes repercusiones socioeconómicas, tanto por la atención sanitaria como por la pérdida de jornadas de trabajo. Se pueden definir diferentes tipos de dolor según su duración: agudo, cuando dura menos de 6 semanas; subagudo, si dura entre 6 semanas y 3 meses; crónico, si se prolonga durante más de 3 meses y recurrente, si se producen episodios agudos sucesivos separados por periodos libres de síntomas de 3 meses de duración. ¿SON HABITUALES LOS PROBLEMAS LUMBARES? La prevalencia del dolor de espalda en la población general es elevada. Alrededor del 80% de la población sufrirá dolor de espalda en algún momento de su vida, mientras que el 47% de la población lo padece de forma recurrente. Esta elevada frecuencia se observa también en las consultas de atención primaria, donde el dolor de espalda ocupa el segundo motivo de consulta tras las enfermedades de las vías respiratorias superiores. El dolor de espalda aparece en todos los grupos de edad, aunque tiene tendencia a aumentar conforme avanza ésta y predomina entre los 45 y 59 años, siendo la causa de dolor más frecuente en mujeres. En España se ha encontrado una prevalencia del 24% para el dolor crónico que proviene de todo el sistema músculo-esquelético, mientras que la prevalencia para el dolor de espalda únicamente (incluyendo dolor de cuello y lumbar) es del 21,5%. Según la Sociedad Española de Reumatología, las causas más frecuentes de lumbalgia son las de origen mecánico: alteración de la estática vertebral (escoliosis), contracturas musculares (por sobrecarga mecánica o tensional), problemas degenerativos del disco intervertebral o de las articulaciones posteriores vertebrales, fracturas por osteoporosis o traumatismos violentos. Otras causas menos frecuentes son las enfermedades inflamatorias de las estructuras vertebrales (como la espondilitis anquilosante); las infecciones o los tumores. Cuando el dolor lumbar no es atribuible a una patología específica, hablamos de lumbalgia inespecífica. IMPACTO SOCIOECONÓMICO El dolor de espalda, específicamente lumbar, encabeza la lista de los problemas de salud crónicos más frecuentes en España, afectando al 18,6% de la población; seguido de la hipertensión arterial, y de la artrosis, según recoge el informe anual del Sistema Nacional de Salud. Por ello, se considera que es un problema de salud pública que provoca una limitación en las actividades de la vida diaria y causa, en no pocas ocasiones, incapacidad temporal que origina un importante coste productivo. Aunque no existen cifras exactas sobre el impacto económico en nuestro país, los estudios existentes al respecto coinciden en indicar que el coste por absentismo y gastos sanitarios asociados al dolor musculo-esquelético podrían superar la cifra de 3 millones de euros por año, de los que la mayor parte se deriva de la incapacidad laboral que provocan. TRATAMIENTOS PARA LA LUMBALGIA Y CÓMO PREVENIRLA Algunos tratamientos que pueden aliviar los síntomas de la lumbalgia son: • Aplicación de calor y frío. El calor ayuda a relajar el músculo y el frío ayuda a reducir la inflamación si existe un traumatismo reciente. • Reposo relativo. Tumbarse ayuda, pero tampoco mucho tiempo, ya que es mejor tonificar la zona. • Analgésicos. Los antiinflamatorios alivian el dolor, pero deben tomarse siempre bajo el control de un profesional sanitario. También pueden aplicarse en forma de cremas o geles, realizando un masaje en la zona afectada. • Fitoterapia. Algunos productos fitoterapéuticos contienen componentes que ayudan a reducir el dolor de espalda, como el extracto de harpagofito, un ingrediente que actúa como antiinflamatorio natural. En estos productos también es posible encontrar L-teanina, ingrediente que contribuye a la relajación muscular en caso de dolor de espalda por estrés y contractura muscular. Todos estos productos derivados de plantas como el harpagoftio, la cúrcuma, el romero, etc. también existen en forma de cremas o geles que permiten realizar un masaje calmante y reconfortante. • Vitaminas B1, B6, B12 y magnesio. Contribuyen a aliviar el dolor de espalda porque tienen un efecto sinérgico sobre la musculatura y el correcto funcionamiento del sistema nervioso. Se estima que el 80% de la población mundial sufrirá dolor lumbar en algún momento de su vida

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