FY60 - FuturEnergy

Centrales térmicas | Thermal power plants www.futurenergyweb.es 16 FuturEnergy | Mayo May 2019 • Reutilización. Reaprovechamiento de elementos y materiales en buen estado de conservación y garantía de funcionamiento como repuestos o partes de activos. • Reciclaje de materiales, que debido a su naturaleza material y su valoración económica hacen posible su transformación para otros usos. • Valorización de componentes cuyas dimensiones, forma o estructura, imposibilitan una gestión rentable de los mismos, para ello se llevan a cabo operaciones de adecuación del componente para facilitar su gestión. • Vertido - Eliminación. Se trata de la última de las operaciones de gestión, siendo la indicada para aquellos componentes para los que no se disponga de vía de aprovechamiento o que, por sus características, de naturaleza peligrosa, deben ser eliminados de forma controlada. El cambio de paradigma en la desimplantación es poner en el centro la valorización de los activos y elaborar el plan de actuación desde esta aproximación, identificando los diferentes activos de la planta y categorizándolos con los criterios anteriores y analizando el momento idóneo para su realización durante los trabajos de demolición. Cuando el proyecto termina, Surus elabora informes de reempleo, donde se certifican las toneladas de residuos no generados por su reutilización, así como el impacto positivo en la huella ecológica del proyecto. Existen tres limitaciones tradicionales cuando se plantea la aproximación a la desimplantación desde el eje de la valorización, que se han demostrado erróneas: • “Tenemos un tiempo limitado para la ejecución del proyecto y no nos da tiempo a valorizar”. Esta restricción siendo cierta, no afecta al modelo, ya que las actividades de valorización comienzan antes incluso de las actas definitivas de cierre, y el trabajo en sumayor parte se realiza en fases anteriores a la demolición de la instalación. Actualmente, Surus va a comenzar la valorización de plantas con periodos de seis meses previos al cierre definitivo. En las que ya están en esa fase, comienza antes de la solicitud de licencias y trámites administrativos y medioambientales, que generalmente son largos. • “Es preferible tener una sola empresa que realice todos los trabajos por motivos de seguridad”. Como se ha indicado, la mayoría de las acciones se realizan previas a la demolición y se siguen todos los requisitos legales y del cliente enmaterial de seguridad y salud creándose planes específicos para la retirada y entrega de los activos. • “La recuperación de activos es más cara ya que requiere trabajos de desmontaje y segregación”. Si bien es cierto que las actividades de desmontaje y adecuación de los activos tienen un impacto económico en los costes operativos, también es cierto que se recuperan mucho valor; haciendo que estos costes sean prácticamente residuales. La forma en que el modelo de “desmantelamiento circular” es tangible para el cliente es medir cuantitativamente la reducción de la generación de CO2 por el hecho de que los equipos sean reempleados; en vez de ser enviados a su gestión como residuo. Surus ha desarrollado un modelo de cálculo de acuerdo a la norma ISO 14040. Veamos un ejemplo cuantitativo. Los proyectos que contemplan este modelo desprenden una cantidad muy importante de acero (además, de otros materiales); procedente de todas las máquinas e instalaciones que, si no se reemplea, deberá ser tratada como residuo, y 1 t de peso de acero a gestión supone una cantidad de 1.425 kg de CO2 equivalente. Encarar proyectos de desimplantación y desmantelamiento de esta índole debe llevar asociado el concepto de reempleo; siendo necesario aplicar modelos que primen la búsqueda de reutilizar los equipos e instalaciones, frente al reciclado y el depósito en vertedero. developing countries with a lower economic capacity for their subsequent installation to continue the productive process. • Reutilisation. Making use of elements and materials that are in a good condition and offer guaranteed performance, such as spares or parts of assets. • Recycling materials that, due to their physical nature and their economic worth, make it possible to transform them for other uses. • The recovery of components that, due to their size, shape or structure, make their cost-effective management impossible, resulting in the component needing to be adapted to facilitate its management. • Waste - Elimination. The last of the management operations and the activity recommended for those components that have no means of being reused or where, due to their hazardous nature, they must be eliminated in a controlled fashion. The paradigm change in decommissioning places the energy recovery of assets at the centre of the process. An action plan is drawn up based on this approach, to identify the plant’s different assets, categorising themby applying the above criteria and analysing the perfect moment for this to take place during the demolitionworks. On project conclusion, Surus prepares reuse reports that certify the tonnes of waste saved for reutilisation, as well as the positive impact on the ecological footprint of the project. There are three traditional limitations to implementing this approach to decommissioning based on asset recovery that have been proved not to be the case: • “We have a limited period in which to execute the project so there’s no time for asset recovery”. There is some truth in this comment. It does not affect the model because the recovery activities start even before final closure proceedings and most of the work takes place during the earlier demolition phases of the facility. Currently, Surus starts the plant recovery process six months prior to its final closure. For plants that are already in this phase, recovery starts before applying for licences and the usually lengthy administrative and environmental procedures. • “For safety reasons, it’s better to have just one company who undertakes all the work”. As already mentioned, most actions take place before demolition, in line with every legal and client requirement as regards health and safety, creating specific plans for the withdrawal and delivery of the assets. • “Asset recovery is more expensive as they need to be dismantled and separated”. Although it is fair to say that the dismantling and adaptation of assets has an economic impact on operational costs, is also true that much value can be recovered, meaning that these costs are almost residual. The way in which the “circular dismantling”model is tangible for the client is by measuring the reduction in CO2 generation in quantitative terms: as the equipment is reusable is does not have to be managed as waste. Surus has developed a calculation model in line with the ISO 14040 standard. To give a quantitative example: the projects covered by this model result in a considerable quantity of steel (in addition to other materials) originating from every machine and installation that, if not used,must be treated as waste. One tonne of weight in steel to be managed represents an equivalent amount of 1,425 kg of CO2. Embarking on decommissioning and dismantling projects of this kind must go hand in hand with the concept of reuse and the need to apply models that value reuse of equipment and installations over recycling and dumping for landfill. Adolfo Cancelo Socio Director Surus Inversa Managing Partner, Surus Inversa

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