Ascensores y Montacargas 107

                                                                                                                                                        Las razones que lo explican son varias, aunque, como nos dicen desde Alberto Sassi Spain, las principales se centran en aspectos como «las normativas, la capacidad económica del mercado y la situación del mercado de la construcción».   Como en cualquier mercado maduro y en un mundo cada vez más globalizado, la competencia en el sector de los reductores es muy grande. «Los fabricantes locales seguimos exportando y también vemos cómo en nuestro mercado entran productos de otros países; y lo mismo ocurre con los distribuidores. Esto no solo es bueno para el cliente, sino para el propio fabricante y/o distribuidor, que se ve obligado a actualizar continuamente su oferta para adaptarse de mejor modo a la situación del mercado». Algo menos positiva es la visión de GEM: «por desgracia, hay demasiados actores en el mercado, demasiados ‘falsos fabricantes’ y demasiados fabricantes poco fiables y profesionales, que engañan y ofrecen productos de baja calidad a precios bajos, incluso respaldados con documentos falsos y confiando en la incapacidad del usuario final para comprobar sus declaraciones». En cualquier caso, un análisis de las firmas presentes en el mercado evidencia una doble tendencia: por una parte, la protagonizada por aquellos fabricantes que han decidido enfocar todos sus esfuerzos de I+D en productos gearless, dejando de evolucionar su gama de reductores; y, por otra, aquellos que, si bien siguen implementando su gama gearless, paralelamente desarrollan e innovan en reductores, principalmente en la mejora de su eficiencia.     El tema de la eficiencia energética es el que centra la mayor parte de los esfuerzos de los fabricantes del sector, como en prácticamente todos los mercados involucrados en el transporte vertical, aunque no el único. «Desde un punto de vista tecnológico, los retos que se plantean a los reductores pasan en mejorar no                                                         ya solo la calidad del producto, sino su eficiencia, algo en lo queAlberto Sassi, no ha dejado de trabajar», nos confirman desde esta compañía, desde donde añaden otro importante reto, en el plano comercial «el reductor tiene que competir con la imagen de mercado que ofrecen las máquinas gearless, cuyo coste y reducción de consumo no siempre son menores en combinación, que los de un reductor con motor 3VF». Desarrollar procesos productivos que permitan abaratar este componente, ofrecer un producto de calidad, personalizado y con el menor plazo de entrega posible y reforzar la comodidad de instalación que ya es una ventaja competitiva propia de este tipo de máquinas son otras cuestiones en las que se pone el foco. Asimismo, teniendo en cuenta que el de reductores es un mercado maduro, que algunos profesionales del sector sitúan en su estadio final de desarrollo, surge la cuestión de cómo puede verse afectado por las próximas normativas dirigidas al sector del transporte vertical, siempre en continua evolución. «Se verá afectado, por supuesto, pero el subsector se actualiza y optimiza constantemente sus productos para cumplir con las demandas del mercado y, por supuesto, con las normativas establecidas», nos contestan desde Alberto Sassi Spain. De nuevo, coinciden con esta visión desde GEM: «Como siempre, las nuevas regulaciones tendrán su efecto y, tal vez, algunos accesorios deberán ser modificados en su diseño para cumplirlas, aunque, hoy en día, no anticipamos ningún impacto en particular a corto plazo». 58 - Ascensores y Montacargas

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