AP8 - Aquapres

66 INDUSTRIA DEL AGUA OBJETIVO: EVITAR LA GENERACIÓN Y LIBERACIÓN DE MICROPLÁSTICOS La presencia de microplásticos y nanoplásticos en nuestro entorno es cada vez más habitual. Esas partículas de entre 5 mm y 1 μm de tamaño se han incorporado ya a la cadena alimentaria en productos de origen marino, pero también en otros como la miel, la cerveza y el agua. El proyecto Prevenplast tiene como objeto el desarrollo de soluciones para evitar la generación y la liberación de microplásticos al entorno. En colaboración con el grupo de investigación Calagua de la Universitat de València, el Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente de la Universitat Politècnica de València y la empresa suministradora de agua Global Omnium, el Instituto Tecnológico del Plástico (AIMPLAS) trabaja en nuevas tecnologías que eliminen de forma eficiente estas partículas de las aguas residuales y sus lodos. A través de membranas de ultrafiltración combinadas con procesos de digestión anaeróbica, esperan reducir los micro y nanoplásticos presentes en estas corrientes en más de un 99 por ciento. En la Unión Europea, existen cerca de 5.300 Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR), que no están preparadas para eliminar completamente estas partículas durante los procesos de regeneración. Según Juan Francisco Ferrer, investigador del laboratorio de Caracterización de AIMPLAS, los resultados obtenidos en este proyecto “supondrán una solución avanzada para la eliminación de micro y nanoplásticos en los efluentes industriales, ya que, en la actualidad, no existe ningún sistema basado en tecnología de biorreactores anaeróbicos de membrana instalado en Europa”. La tecnología que se desarrolle facilitará, además, la implantación de medidas preventivas relacionadas con estas partículas en los procesos industriales, que ayudará a que las empresas puedan anticiparse a futuras restricciones legales en este ámbito. Sectores industriales como el textil también están trabajando para reducir la utilización y emisión de micro plásticos producidas por su actividad. El Instituto Tecnológico Textil (AITEX) con sede en Alcoy (Alicante), participa en diferentes iniciativas que permiten cuantificar la emisión de estas partículas durante todo el proceso de la cadena de valor, además de sustituir fibras de poliamidas y poliéster por materiales sintéticos biodegradables, lo que reduciría a su vez, que estas sustancias llegaran al agua a través del lavado y secado de ropa u otros textiles. Otros de los proyectos de investigación en los que colaboran se ocupa de desarrollar nuevas tecnologías que permitan retener los microplásticos en el proceso de tratamiento de las aguas residuales de esta industria. RECUPERACIÓN DE COMPUESTOS DE ALTO VALOR Además de micropartículas plásticas, las aguas residuales contienen otro tipo de materiales como zinc, cobre o celulosa. La recuperación de esas sustancias para reutilizarlas es otro ejemplo de economía circular. Según datos de la UE, solo el 17 por ciento del cobre y el 31 por ciento del zinc se recicla. Esto contrasta con la creciente demanda de ambos metales en todo el mundo. A través del proyecto EcoMARSI, el Instituto Tecnológico de Producto Infantil y de Ocio (AIJU), junto con el Instituto de Tecnología Cerámica (ITC-AICE) y el Instituto Tecnológico Metalmecánico, Mueble, Madera, Embalaje y Afines (AIDIMME) aspiran a recuperar materiales como cobre y zinc de las corrientes residuales procedentes de los sectores metalmecánico, así como del producto infantil y de ocio. Para ello, utilizarán tecnologías de filtración tangencial y membranas cerámicas hechas a medida y basadas en materiales arcillosos. A falta de contar con datos definitivos y en función de las características fisicoquímicas de los residuos tratados, la recuperación media de metales es superior al 60 por ciento. Con ellos, se producirán nuevos productos como juguetes o materiales cerámicos. “De las aguas residuales se pueden recuperar compuestos de alto valor como metales o celulosa”

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