TY9 - Intercamión

Cada vez más presentes, las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) son más comunes en nuestro país y en Europa, en general. Es decir, las ciudades con mayor número de habitantes crean áreas específicas que restringen el acceso a los vehículos más contaminantes. En España, al menos 149 municipios (los mayores de 50.000 habitantes) están obligados por la ley de cambio climático a disponer de ZBE. En estos núcleos urbanos el vehículo de transporte por excelencia será eléctrico. En la actualidad, una de las mayores desventajas de la tecnología eléctrica de baterías recargables es su autonomía. Precisamente, este es el factor por el que se descartan para el transporte de largo recorrido o distancia, pues para poder afrontar muchos kilómetros se deberían fabricar mayores baterías que penalizarían la tara del vehículo, y como consecuencia la capacidad de carga. Además, la recarga de dichas baterías, aunque sea en carga rápida, según el modelo, claro está, puede oscilar entre los 45 minutos y las ocho horas. Los puntos de recarga de gran capacidad y potencia para vehículos pesados también son escasos todavía. Falta mucho camino que recorrer al respecto. Por ello, algunos fabricantes también han apostado por la tecnología híbrida para combinar lo mejor de cada una; un funcionamiento eléctrico en zonas urbanas y un motor de combustión de última generación (Euro 7), más limpio para media y larga distancia. Todo en un mismo vehículo. Las soluciones híbridas permiten a los operadores de transporte cumplir las normativas de emisiones, cada vez más restrictivas. A partir de 2025, muchas ciudades europeas solo permitirán el paso de vehículos comerciales de cero emisiones a sus centros urbanos. En el caso de los camiones medios y pesados que realizan la mayor parte de sus recorridos fuera de zonas urbanas, la tecnología híbrida es una buena solución con la que afrontar el día a día. EL HIDRÓGENO COMO COMBUSTIBLE En nuestro país, el 94 % de las mercancías transportadas en 2022 llegaron a sus destinos por asfalto. Además, el transporte en España ofrece trabajo directo (camioneros) alrededor de 600.000 personas, de los cuales están representados en el grueso del sector como pymes y autónomos. Para ellos, estar parado a la espera de recargar baterías es una pérdida directa de rentabilidad y una opción no viable para sus negocios. Por ello, la electrificación de los camiones que realizan rutas de larga distancia por carretera exige que la velocidad con la que se recarguen sus baterías sea lo más elevada y eficiente posible. Por peso y tamaño, este tipo de vehículos necesitan de baterías de gran capacidad, para no aumentar los tiempos de inactividad que ofrecen. Es decir, los camiones eléctricos deben recargarse durante los descansos obligatorios de los conductores. Aunque menos eficiente que la electricidad generada por baterías, las celdas de hidrógeno reducen los tiempos de espera para la recarga y eliminan el problema de peso de las grandes baterías aunque necesiten de grandes depósitos. Muchos expertos predicen que esta tecnología ofrece grandes posibilidades en este sector, una vez que la tecnología alcance su desarrollo final para que la economía de escala reduzca sus costes. A pesar de estas ventajas, también tiene sus retractores que afirman que es una tecnología extremadamente cara y tecnológicamente casi imposible que sea segura. El mayor problema de esta solución reside en cómo y dónde se produce el combustible de hidrógeno. Al igual que sucede con los puntos de recarga para vehículos pesados con una infraestructura prácticamente inexistente en nuestro país, tampoco hay puntos de recarga o estaciones de hidrógeno que consoliden una red en los principales corredores de transporte. Pero el gran atractivo de esta solución es que se trata de una tecnología con cero emisiones, puesto que el camión solo emite agua. EL ESCENARIO ACTUAL Como hemos podido leer, la electromovilidad está desempeñando un rol clave para la descarbonización y la liberalización de los combustibles fósiles en el transporte por carretera. Pero ¿es realmente fácil y viable el cambio a tan corto plazo con los tiempos marcados en el Acuerdo de París sobre el clima? ¿Se reduce todo a lanzar vehículos eléctricos, sin más? No solo constructores y transportistas deben creer e invertir en las nuevas tecnologías, si no que gobiernos, consumidores e industrias auxiliares al transporte también deben apostar y contribuir en este cambio para lograr un transporte libre de emisiones nocivas para el medioambiente. A continuación, presentamos algunos de los camiones eléctricos disponibles en el mercado español o que lo estarán en breve. 35 VEHÍCULOS INDUSTRIALES 'CERO EMISIONES'

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