TradeSport 182 - Noviembre 2010

Responsabilidad Responsabilidad es una palabra que está de moda. Los global players -las grandes multinacionales- lo tienen claro desde hace ya algunos años y cada vez dedican más esfuerzos a la denominada RSC-Responsabilidad Social Corporativa- que, además de tener un importante foco en la sostenibilidad y el medio ambiente, es una clara cuestión de imagen que influye en algunos países de forma considerable en el negocio. Pero a mí lo que verdaderamente me interesa compartir con todos vosotros es esa macro-tendencia del consumo responsable, una forma diferente de consumo postcrisis. Siempre se pone el ejemplo del péndulo, de los dos extremos que en este caso serian, por un lado, el “despilfarro” o consumo exacerbado antes de la crisis y, por otro, ese anti-consumo en el que muchas familias se han instalado por la situación coyuntural. El consumo responsable emerge como una solución del equilibrio pendular, deberíamos consumir de forma más racional. ¿Pero realmente qué es el consumo responsable? En la web www.consumoresponsable.com lo dividen en tres áreas: 1. Un Consumo Ético, en el que se introduzcan valores como una variante importante a la hora de consumir o de optar por un producto. Hacemos especial énfasis en la austeridad como un valor en relación con la reducción de compra para un consumo ecológico, pero también frente al crecimiento económico desenfrenado y al consumismo como forma de alcanzar el bienestar y la felicidad. 2. Un Consumo Ecológico, que incluye, por este orden, las famosas "erres" del movimiento ecologista: Reducir, Reutilizar y Reciclar; pero en el que también se incluyen elementos tan imprescindibles como la agricultura y ganadería ecológicas, la opción por la producción artesanal, etc. 3. Un Consumo Social o Solidario, en el que entraría también el Comercio Justo; es decir, el consumo en lo que se refiere a las relaciones sociales y condiciones laborales en las que se ha elaborado un producto o producido un servicio. Se trata de pagar lo justo por el trabajo realizado, tanto a gentes de otros países como a las más cercanas, en nuestro ámbito local; se trata de eliminar la discriminación, ya sea a causa del color de la piel o por diferente origen, o por razón de género o religión; se trata de potenciar alternativas sociales y de integración y de procurar un nuevo orden económico internacional. Ser responsables está de moda, es cool, pero ser consumidores responsables no es tan fácil, y menos cuando hasta hace muy poco no nos lo habíamos ni planteado y consumíamos de forma compulsiva. En esta sociedad nuestra sigue muy arraigado el mítico “tanto tienes tanto vales”. Andrés de la Dehesa (adehesa@sportmas.com)

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