TradeSport 182 - Noviembre 2010

tiempo estimado de lectura por pág. >>> 4min. ETIQUETA SOLIDARIA ROCCO PUIG. EL ROCKERO DEL SECTOR http://roccopuig.blogspot.com - roccopuig@gmail.com Camiseta del Fútbol Club Barcelona: 95,00€; Balón del Mundial de Fútbol: 89,00€; Calcetines Coolmax: 19,00€; Gorro de Baño Silicona: 5,00€. Todos los clientes -y cuando digo clientes me refiero a los clientes del Sell-Out-, tienen un gran desconocimiento del valor de los productos/artículos. ¿Qué diferencia hay entre dos polares con una apariencia similar? ¿El Valor? ¿La Marca? En nuestro sector podemos encontrar polares desde los 9,00€ de nuestro amigo francés, hasta los más de 100,00€ de una marca técnica de montaña. El cliente percibe el valor sólo por el mero hecho de que el precio es más alto. La cuestión es: ¿Por este desfase de precios, podemos demonizar a las marcas? No podemos olvidar que nuestro trabajo también es comunicar. Somos el hilo conductor entre el cliente final y la marca, y siendo consecuentes y críticos, no lo hacemos nada bien. Ni las marcas (por la falta de información técnica), ni nosotros, que nos hemos mal acostumbrado a despachar en vez de vender. ¿Se imaginan que implementásemos -o alguna marca lo hiciese- una Etiqueta Solidaria, en la cual se describe la verticalización del precio en el producto? Una etiqueta donde se viera reflejado qué parte de lo que paga nuestro cliente se queda en nuestro negocio, qué parte son impuestos directos de la importación (antidumping, aranceles..) o grabados en el producto final (IVA), qué parte percibe el productor Chino, qué parte es Marketing, qué margen hay en diseño, investigación, tecnología, materia prima, punto Verde, packing, transporte… y, sobre todo, qué parte de todo esto va directamente a las arcas de algún deportista de elite. Se debería etiquetar con una escala de valor, que además nos aclarara si nuestro producto es reciclado o bien se ha generado sobre el reciclado de otros productos, qué parte de nuestro producto contiene materiales orgánicos o qué parte del producto que llevamos puesto contiene petróleo. Seguramente no hace falta complicarlo tanto, pero sí que hay que empezar a desarrollar una línea de "productos sostenibles" y buscar socios que nos certifiquen esta nueva forma de vender. Tenemos ejemplos en sectores no muy lejanos al nuestro como la marca de calzado El Naturalista, que utiliza cajas sin disolventes, pieles que no llevan cromo, plantillas de corcho y suelas de goma de caucho reciclado. Además, realizan un Plan de ayudas a campos de trabajo y estudio de Nicaragua. No apadrinan a un niño; educan y construyen escuelas. Y los regalos de navidad de la marca son los productos de esos campos de trabajo (café, cacao, infusiones, etc.). No le veo más sentido a la vida que hacer algo por los demás. Dejemos de hacerlo todo por nosotros y empecemos a hacer algo por todos; algo que ayude a la gente y que, también, ayude a vender más, y a vender mejor, sin tener que pensar en el puñetero rappel. Estas fiestas tenemos que regalar solidaridad. ts6 El Foro Económico Mundial de Davos, acaba de hacer público su nuevo Informe de Competitividad Global. (The Global Competitiveness Report 2010-2011). Elaborado anualmente, analiza doce pilares esenciales para la competitividad económica de un país, tales como el marco institucional, las infraestructuras, el entorno macroeconómico, la educación, la eficiencia de los mercados o la innovación, entre otros. El resultado final sitúa a Suiza en el primer lugar de la clasificación de 139 países, mientras que Suecia ha avanzado al segundo puesto desbancando a los Estados Unidos que también pasan detrás de Singapur que ocupa el tercer lugar. Después de Estados Unidos, cuarto puesto, Alemania y Japón ascienden en sus posiciones situándose en quinto y sexto lugar. Entre los países de la Unión Europea que también se colocan en los veinte primeros en competitividad figuran Finlandia, los Países Bajos, el Reino Unido, Francia, Austria, Bélgica y Luxemburgo. Irlanda alcanza el puesto 29, mientras que Estonia está en el 33, la República Checa en el 36, Polonia en el 39 y Chipre en el 40. En el caso de España, el retroceso en el último año es notable, desde el puesto 33 al 42 del ranking de este año. Por detrás de España se sitúan otros países de la UE-27 como Eslovenia (45), Portugal (46), Lituania (47), Italia (48), Malta (50) e Hungría (52). La peor clasificación en la Unión Europea corresponde a Eslovaquia (60), Rumania (67), Letonia (70) y Bulgaria (71) La esperanza de una pronta recuperación económica en 2010 se desvanece en todo el mundo, pero en algunos países, como España, la desconfianza de los consumidores sigue aumentando. Según el Índice Global de Confianza de los Consumidores de Nielsen, en el tercer trimestre del año, nuestro país alcanzó una tasa de 65 puntos, 13 menos que la media europea (78) y 25 por debajo del promedio mundial (90), lo que nos coloca en un mínimo histórico desde que se realiza el estudio y en niveles similares a los de Francia (67) e Italia (64), aunque por encima de Portugal (44) y Grecia (57). No obstante, el descenso de 4,4 puntos registrado en esta última oleada es inferior al experimentado en el trimestre anterior (9,6 puntos). Aun así, los datos son mucho más negativos que las medias mundiales y europeas. La economía sigue siendo la principal preocupación de los usuarios españoles (37%), seguida del paro y la seguridad laboral (24%), aunque el 12% está preocupado por la subida del precio de los alimentos ; el 11% por las deudas y el 3% por el incremento del precio del petróleo y los carburantes. Además, al 15% no le queda dinero una vez cubiertas las necesidades básicas, cuatro puntos más respecto al primer trimestre de 2010. Los que todavía tienen algo piensan dedicarlo al ahorro (41%), que ha bajado cinco puntos frente a los tres meses anteriores; al ocio fuera de casa (37%) que sube seis puntos o a vacaciones (30%), que retroceden otros seis puntos. Pero, también hay quien gastará en ropa y vestidos (32%), actividad que remonta nueve puntos; quien hará mejoras en la casa (19%) y quien adquirirá novedades tecnológicas (16%). Sin embargo, el consumidor español reconoce que la crisis le ha llevado a tomar medidas para gastar menos. De hecho, un 46% opina que no es buen momento para comprar cosas y el 26% lo considera malo. Porcentajes que nos siguen colocando por debajo de la media europea, donde el 31% cree que es un buen o excelente momento para consumir y de la tasa mundial, donde el 32% opina que es un buen momento para comprar. A nivel mundial, y tras dos trimestres consecutivos de optimismo y crecimiento, la confianza de los consumidores ha caído tres puntos. La confianza de los españoles, a la baja España pierde competitividad

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