TradeSport 162 - Enero 2009

opinión Raul Bernat raul@tradesport.com editorial DIRECTOR Jaume Ferrer (jferrer@tradesport.com) Como seguro que muchos de vosotros ya habréis leído en nuestras ediciones digitales, las tres revistas del sector, Diffusion Sport, Tradesport y CMD, hemos decidido unir fuerzas para recoger firmas ( a través de la web www.eldeportesemueve.org) y solicitar al gobierno –y a toda la clase política - que se implique más en el fomento de la cultura y la práctica deportiva. Nuestro país necesita, desde hace tiempo, un cambio radical en política deportiva. Desde hace demasiados años la administración ha dirigido la práctica totalidad de su inversión en deporte a los profesionales. El plan ADO ha aglutinado un porcentaje muy alto de los presupuestos y se han dejado de lado asuntos tan importantes como la mejora y construcción de instalaciones y, sobre todo, el fomento de la práctica deportiva. El deporte base apenas recibe ayudas; la cultura deportiva –y la práctica- es nula en las universidades y desde la administración no hay apenas proyectos para potenciar el deporte entre los españoles, sea cual sea su edad. A mediados de noviembre el presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, se comprometió a crear un nuevo Ministerio de Deportes. No aclaró cual va ser el papel de esta nueva cartera, aunque todo hace pensar que, si se acaba creando, sus funciones serán, con pequeñas diferencias, las mismas que el CSD. Eso significa, a grandes rasgos, que el deporte profesional seguirá siendo el eje de todas las políticas. Y eso, sin duda, no es bueno ni para la población ni para el sector. Tenemos que estar orgullosos de tener a Nadal, Alonso, Gasol, Iniesta y compañía. Y de ser campeones en muchos de los principales deportes de equipo. Pero el deporte es mucho más que estos grandes nombres y que unas medallas. El deporte tiene un rol social y económico que va mucho más allá de la competición. Pero las críticas que podemos hacer al gobierno son las mismas que deberíamos hacernos a nosotros mismos. Nos hemos obsesionado en competir y hemos olvidado la importancia de compartir. No deja de ser paradójico que quienes estén potenciando más la práctica deportiva sean empresas privadas que no están vinculadas directamente con el deporte. Y mientras, desde el sector, nos lamentamos de la coyuntura y de que cada vez se hace menos deporte. Hay que comenzar a ser activos y a luchar, como sector, para aprovechar las oportunidades que aparecen en el camino. Y, sin duda, la promesa de Zapatero es un estimulo para que reaccionemos. Es el momento de que el sector mueva ficha. No tendría sentido que no fueran nuestras marcas y nuestras tiendas, o en su defecto, las asociaciones que las deberían representar, las que abanderen una cruzada para fomentar el deporte. Nuestra realidad actual es compleja, y con crisis o sin ella, es el momento de actuar. Si queremos que el mercado crezca, tenemos que conseguir que el índice de práctica aumente. España tiene, con un 38 % de población activa, el porcentaje más bajo de Europa. Y no haría falta un repunte espectacular para empezar a recoger los frutos de nuestra inversión: que el 10% de la población que no practica deporte lo empezara a hacer representaría, para el sector, un crecimiento anual de más de 1.500 millones de euros. Tenemos motivos más que suficientes para implicarnos en el asunto. Todos los profesionales del sector, desde el personal de tienda hasta la dirección general de las grandes multinacionales, tenemos la obligación, por esencia y, también por intereses, de apoyar todas aquellas iniciativas destinadas a potenciar la práctica y la cultura deportiva. Y, por supuesto, también tenemos que conseguir que las Asociaciones de detallistas y fabricantes estén representadas en el gobierno, con o sin ministerio. Ahora, más que nunca, necesitamos tu apoyo. Únete. El deporte se mueve Hace algunos días el Ayuntamiento de Barcelona encartó, en un conocido periódico, un folleto de varias hojas sobre las inversiones que iba a llevar a cabo durante 2009. En su primera página, el panfleto anunciaba una inversión de 2.900 millones de euros, 1.875 en servicios y 746 en “transformación de la ciudad y construcción de nuevas instalaciones” (a los que hay que añadir 283 millones procedentes de los recursos extraordinarios del Gobierno Central). A medida que iba leyendo el desglose de estas inversiones me preguntaba cuanto habría destinado el Ayuntamiento en Deporte. Y no era muy optimista. 472 millones en Acción Social, Bienestar Social, Cultura y Educación; 400 en limpieza y servicios urbanos; 333 en prevención, seguridad y movilidad: 255 en lo que ellos llaman organización… y del deporte, de momento, ni rastro. En la última página en la que se refería a las inversiones en servicios se hacía, por fin, referencia al deporte. Y las cifras que leí eran mucho peor de lo que esperaba. El texto comienza así: “El Ayuntamiento de Barcelona cree en el deporte, no sólo como fuente de salud sino también como forma de desarrollo personal”. Hasta aquí todo bien. ¿Y el dinero? 14 millones de euros para la mejora o nueva construcción de centros deportivos municipales. No está mal. Un 0,7% del presupuesto total en servicios. Menos da una piedra. ¿Y para fomentar la práctica deportiva entre los más pequeños? Sigo leyendo... 400.000 euros para el Plan del Deporte en Edad Escolar, cuya finalidad es “garantizar el acceso de todos los niños a la práctica deportiva” ¿400.000 euros? Hasta me da vergüenza calcular el porcentaje que representa sobre el total. Pero lo hago. Un 0,021%. Sin comentarios. Y aunque el Ayuntamiento, por fin, ha decidido abrir los colegios y convertirlos en nuevos equipamientos deportivos de barrio, no veo ninguna referencia a la promoción del deporte entre los barceloneses no escolares -la mayoría-. Mal vamos. Y desde hace años. Las cifras de este 2009 contrastan con las que tiene previsto invertir Madrid, y que también se han hecho públicas en estos primeros días del año. El ayuntamiento de Gallardón anuncia una inversión de más de 60 millones de euros en deporte para este 2009, un 10% de los cuales (6,4) son para “potenciar la práctica deportiva y los deportes de base”. Además, de los 45,7 millones destinados a políticas deportivas (la mayoría con la mirada puesta en Madrid 2016), un porcentaje considerable se destinará a “promover programas deportivos para toda la población y para impulsar escuelas deportivas”. ¿Inversiones oportunistas? Puede. Pero no por ello dejan de ser menos importantes. Con o sin Ministerio de Deportes, es obvio que el Gobierno Central tiene que tomar cartas en el asunto. Con ayudas a las autonomías y con proyectos de ámbito nacional. Las cifras actuales son, en demasiados sitios, lamentables, y las administraciones tienen que hacer algo para que la gente haga más deporte y para que quien quiera hacerlo tenga dónde hacerlo. Hay que destinar más dinero al fomento de la práctica y, sobre todo, hay que entender de una vez por todas que no es un gasto; es una inversión. 0,021

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx