TradeSport 162 - Enero 2009

ts22 world, con 5 tiendas en Barcelona, Valencia y Madrid, o Bikila, con 8 tiendas repartidas por toda la península. Estas y otras tiendas se han convertido en la gran referencia del comercio especialista de este segmento, con un importante peso, en volumen y, sobre todo en imagen, ante el consumidor. En cuanto a las marcas, como hemos dicho, la tecnología se ha convertido en el gran caballo de batalla. Alcanzada una cierta madurez, y sobre todo en una etapa de contención del consumo –para el sector no es nueva esta situación-, ganar cuota de mercado pasa, generalmente, por arañársela a la competencia. Y eso, en segmentos técnicos, depende mucho de la innovación. Las características técnicas del calzado de running de hoy en día está a años luz –faltaría- que el de hace 10 años. Y que el de hace 5 años también. La evolución es vertiginosa, y pese a que en la mayoría de ocasiones implica un aumento del precio medio, ha servido para que cada corredor tenga a su alcance una amplia variedad de modelos que se adaptan perfectamente a todas sus necesidades. Cada corredor es un mundo, con sus peculiaridades físicas y sus manías, pero actualmente es prácticamente imposible que no pueda satisfacer estas exigencias. Las marcas lo tienen en cuenta absolutamente todo, desde la pronación –algo obvio ahora pero que hace apenas una década casi nadie tenía en cuenta-, hasta el peso, la regularidad, la superficie y muchos más datos que son determinantes para una práctica segura. De todas maneras, pese a esta batalla tecnológica, el running sigue siendo uno de los segmentos atléticos donde es más fácil segmentar por marcas y precios. Así, podríamos decir que hay tres grandes grupos: el de los primeros precios, el de las gamas medias y altas y, en un tercer peldaño, el de las multinacionales. Estas últimas, dueñas absolutas del llamado running versátil y de la gama media, tienen presencia también en los otros dos grandes grupos. En el primero como reclamo y en el segundo, por fuerza y recursos. De las dos multinacionales es Nike la que se pone en cabeza. En los últimos años ha apostado muy fuerte por esta categoría y ha conseguido ganar imagen entre los corredores habituales. Entre los principiantes y ocasionales ya la tenía porque tradicionalmente ha trabajado muy bien las gamas medias y, además, como adidas, tiene una gran fuerza de marca. Y eso incide directamente en un porcentaje muy alto de las ventas en el comercio multideporte, que suele apostar por ambas marcas a ciegas. De todas maneras sería muy injusto, tanto para Nike como para adidas, decir que viven de su imagen. Ambas marcas, pese a volcar grandes esfuerzos y recursos en el fútbol, han confiado mucho en este deporte, invirtiendo importantes cantidades en I+D y desarrollando sinergias con otras marcas para aportar nuevos argumentos en un mercado tan competitivo. Nike lo ha hecho con Apple (una apuesta que le está saliendo muy rentable en ventas y, sobre todo, en imagen) y adidas también ha alcanzado importantes acuerdos con Polar o con el operador de telefonía móvil Samsung, con quien ha desarrollado mi Coach, un sistema capaz de planificar un programa individual de entrenamiento ajustado a las características de cada corredor (además de reproducir música para motivar al corredor, el teléfono va avisándole a través de los auriculares del ritmo que lleva, de la distancia recorrida y la que le queda y, lo que es más importante, le da instrucciones teniendo en cuenta sus pulsaciones o la pérdida de calorías). A Nike y adidas podríamos añadir la alemana Puma, que camina a medio camino entre las generalistas y las especialistas, ya que pese a tener una gran presencia en otros segmentos, el running ha sido históricamente su segmento atlético más importante y al que destina mayores esfuerzos. Su cuota no es espectacular, pero su amplia oferta, desde el running más versátil hasta el más funcional, le ha ayudado a ganar protagonismo en los últimos años. Una segunda batalla se libra en el segmento más técnico, el de las marcas especialistas, cuyas ventas representan aproximadamente un 25% del total. En este grupo, marcas como las japonesas Asics y Mizuno, y a cierta distancia, otras como New Balance o Saucony, luchan por convertirse en la marca líder de este segmento. Sus grandes bazas son la tecnología y la imagen que tienen entre los corredores habituales y profesionales, y su precio medio, pese a contar con gamas medias, es el más alto del segmento, muy por encima de la media. Si antes decíamos que Nike y adidas arrasan en el comercio multideporte y en los grandes formatos, las marcas especialistas dominan las ventas en tiendas especializadas. Finalmente, el tercer y último grupo está formado por las marcas de primer precio. En esta categoría las cosas también han cambiado mucho y el concepto de primer precio ha adquirido una nueva dimensión. Podríamos decir, para explicarnos mejor, que dentro de este grupo se han formado dos subgrupos: Decathlon y el resto. La cadena gala es la única capaz de vender calzado running a 9,90 euros (y resulta sorprendente ver cuánta gente es capaz de correr con este modelo); el resto, las que hasta la llegada del gigante francés eran el verdadero primer precio, y para quienes es imposible vender a esos precios, no han tenido más remedio que reconvertirse en marcas de gama media a un precio asequible. Algunas, como Rox o Avia, han acusado mucho la presión de Decathlon, otras en cambio, como Joma, han logrado posicionarse como un referente en calidad-precio. El caso de la marca española es muy significativo, pues en un mercado tan competitivo, su apuesta por ofrecerle al corredor un calzado técnico de mucha calidad a un precio muy asequible –más de 20 euros por debajo de la media-, le ha servido para situarse como la quinta marca con más unidades vendidas. Su apuesta por el running, además, queda clara con el patrocinio de varios atletas de élite, entre ellos, Juan Carlos de la Ossa, cinco veces campeón de España de Cross. En cuanto a los precios, en calzado de gama alta -para corredores profesionales o habituales-, éstos oscilan entre los 100 y los 150 euros; el calzado de gama media, muy recomendable para corredores habituales que no quieren renunciar a las máximas prestaciones, pueden rondar entre los 60 y los 100 euros. Por debajo de estos precios, los modelos de la mayoría de grandes marcas internacionales ya están destinados a corredores ocasionaLa tecnología se ha convertido en el gran caballo de batalla. Alcanzada una cierta madurez, y sobre todo en una etapa de contención del consumo, ganar cuota de mercado pasa, generalmente, por arañársela a la competencia.

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