TP30 - Tecnopack

CODIFICACIÓN 66 Cada vez más encontramos en el mercado nuevos materiales para reducir el impacto medioambiental, ¿Cuáles son los retos tecnológicos a los que se enfrentan las empresas demarcaje y codificación como la suya? Los retos son muchos y cada vez mayores, por esa razón en Domino invertimos año tras año una parte muy importante de nuestros beneficios en I+D+I. El objetivo es, como en el ejemplo anterior, desarrollar productos y soluciones sostenibles y amigables medioambientalmente hablando. Un ejemplo de ello es nuestra nueva tinta basada en aceites vegetales y desarrollada para la Serie Cx que asegura un reciclado correcto de los embalajes codificados con estas tintas. ¿Qué demandan sus clientes a la hora de adquirir un sistema de codificación o marcaje? Todas estas cuestiones que comentas son hoy en día imprescindibles y cualquier producto o solución de Domino cumple con ellas. Pero además actualmente todos nuestros codificadores están preparados para trabajar en entornos de Industria 4.0, son completamente integrables en otros sistemas mayores (MES, ERP, etc…) y todo ello ofreciendo una relación calidad-precio inmejorable. En cuanto a la trazabilidad, ¿qué parámetros de un producto pueden medirse? En trazabilidad es vital ser capaz de ir “hacia atrás” o regresar, a través de la información variable impresa en el momento en el que se fabrica un producto, hasta el día en el que fue producido para conocer aspectos tales como las materias primas utilizadas en su fabricación, la fecha, la máquina o línea de producción en la que se fabricó, la hora, o incluso el operario… con la intención de garantizar la seguridad de los usuarios. ¿Considera que hay cada vez más interés por la trazabilidad? Además, del farmacéutico, ¿hay otros sectores que la demandan más? La trazabilidad está cobrando la importancia que debía haber tenido desde el principio, ya que es necesaria para obtener la máxima información del producto y así proporcionar seguridad a los consumidores. Además, la trazabilidad también evita los costes de la interrupción de la cadena de suministro en el caso de que se produjese una incidencia. Estas han sido las razones por las que en la última década hemos sido testigos de cómo han aumentado notablemente las normas que obligan a implantar un sistema de trazabilidad con el fin de proteger a los consumidores. La serialización de artículos para la seguridad del consumidor ya es obligatoria en numerosas industrias, como la de productos sanitarios, el farmacéutico y el de productos de tabaco. La industria alimentaria, en particular, es uno de los principales candidatos para someterse una reglamentación de ese tipo. Uno de los motivos que justifican la trazabilidad de productos es la seguridad del consumidor por la necesidad de retirar productos a la venta de forma rápida y eficaz tras un incidente de seguridad alimentaria, como ya he mencionado anteriormente. Por ejemplo, entre los incidentes que obligan a una retirada puede estar la presencia de alérgenos o aditivos no declarados en productos alimenticios envasados, o la contaminación de materias primas. De modo que la trazabilidad de productos mediante la codificación y el marcaje son un gran método para registrar alimentos en la cadena de suministro, ayudando a que la retirada de productos afectados por un incidente sea rápida y eficaz en caso necesario. Si se diese una situación así, los productores, procesadores y fabricantes pueden utilizar los códigos de productos para identificar a qué productos o lotes afecta, y pueden además hacer un seguimiento de dónde se han enviado los artículos. De esta forma, se puede limitar el alcance de una retirada, se minimizan las pérdidas y se reduce el tiempo que se necesita para solucionar esa situación sin que la seguridad del consumidor corra peligro. Otros sectores como el de automoción, aeronáutica, construcción, etc… demandan y disponen también sistemas muy robustos de trazabilidad. Domino en la pasada edición de Empack 2022.

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