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17 EDUCACIÓN EN LÍNEA tratamiento justo de los datos de los usuarios, así como que los estudiantes estén de acuerdo con ello, porque en el ámbito digital todo permanece”, destaca Juliana Raffaghelli. Durante la pandemia, muchos usuarios, universidades e instituciones educati- vas recurrieron a grandes plataformas como Google, Apple o Zoompara redu- cir los riesgos durante la migración de la enseñanza presencial a la enseñanza en línea, pero esta apuesta planteó otros problemas: “Tener cientos de programadores escribiendo código da más tranquilidad cuando tienes que trasladar toda tu didáctica pre- sencial al ámbito virtual, pero ¿qué ocurre con los datos que recogen apli- caciones gratuitas como, por ejemplo, Google Classroom, y qué uso se hace de ellos?”, se pregunta la investigadora. Europa ya ha planteado el debate sobre cómo se puede respetar la soberanía de datos de los ciudadanos europeos, pero “es un problema que requiere una alfabetización de los docentes y un trabajo mancomunado con la parte de informática para proteger los datos y desarrollar sistemas propios”. LA EXPANSIÓN DE LA VIRTUALIDAD La tecnología que permite la formación virtual está evolucionando constante- mente y amucha velocidad, un avance que según los expertos de la UOC impulsará la educación en línea hasta ámbitos que parecían reservados a la educación presencial. “La virtualidad entrará en prácticamente todos los campos de conocimiento mediante simulaciones y adaptaciones de labo- ratorios y entornos de prácticas, y nos acercaremos a muchos de los ámbi- tos que hoy parecen imposibles. De hecho, cuando miro atrás, veo que en la actualidad hacemos muchas cosas que hace veinte años no hubiéramos imaginado”, recuerda Carles Sigalés. En este sentido, los investigadores señalan la realidad virtual como un elemento importante en esta evolu- ción. “Con el aumento de la velocidad de procesa- miento se innovará en el desarrollo de tecnologías relacionadas con el uso de la realidad virtual y aumentada que permi- tirán mejorar los sistemas virtualizados y los labora- torios simulados en línea”, predice Juliana Raffaghelli. REDES COMPLEJAS CONTRA LA BRECHA DIGITAL Muchas de estas tecnologías serán el futuro para una parte del sistema educativo, pero para muchas perso- nas este futuro dependerá de factores socioeconómicos y de la reducción de las desigualdades en el acceso a internet y a los dispositivos. “Las des- igualdades sociales, la brecha digital... son problemas que ya existían antes del coronavirus. Lo que ocurre es que la pandemia los ha desnudado, nos los ha mostrado con más crudeza, y nosotros no hemos podido mirar hacia otro lado”, explica Albert Sangrà. Uno de los retos para el futuro es cómo conseguir que todo el mundo pueda acceder a la educación en línea en las mismas condiciones. Además de la implicación de la administración y el gobierno, los expertos apuntan la necesidad de ayudar a las familias e involucrar al entorno más inmediato para que también aporte recursos en términos de infraestructuras. “El apren- dizaje en línea será posible y efectivo en estos entornos más desfavorecidos en la medida en que se estructuren redes complejas que trasciendan la ins- titución educativa, es decir, la escuela no podrá estar sola, sino que deberá unirse a asociaciones del territorio que ayuden, por ejemplo, a realizar el mon- taje de ordenadores u otras tareas de voluntariado tecnológico, para generar una comunidad a distancia”, explica Juliana Raffaghelli. n

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