Potencia_PO695

56 A pesar de la crisis del PTV, Ausa se convirtió en especialista en la fabricación de maquinaria ligera para la construcción. Entre estos productos, hay uno que se popularizó hasta tal punto que la propia marca se convirtió en su sinónimo: el volquete o dúmper de obra. Su origen se inspira en el diseño de un dúmper de la marca alemana Potratz, que estaba en exposición en la Feria de Muestras de Barcelona. Tras solicitar la autorización de fabricación del vehículo para España, problemas con los planos y retrasos en la recepción del vehículo hicieron que Ausa finalmente desarrollase el primer dúmper o motovolquete con diseño técnico propio. Así, en 1960 ve la luz el primer dúmper de Ausa, un vehículo de tres ruedas con motor de gasolina que sólo aprovechaba del original alemán la forma de la tolva, el sistema de volcarla y la manera de girar la rueda trasera. De la etapa de PTV no solo se aprovechó la experiencia en su fabricación, sino también el motor del utilitario, que fue adaptado a los nuevos usos y montado en las 135 unidades del volquete que se fabricaron entre 1960 y 1961. UN RECORRIDO POR LA HISTORIA DEL POPULAR VOLQUETE DE AUSA EL DÚMPER que cambió el paisaje de nuestras obras En 1956, Maurici Perramon, los hermanos Antoni y Guillem Tachó y Josep Vila se asociaron en Manresa para fabricar el PTV, un modelo de microcoche al que bautizaron con las iniciales de sus apellidos. Nacía entonces la empresa Automóviles Utilitarios Sociedad Anónima, y pese al éxito inicial del PTV, hacia 1960 cesó su producción, con marcas como Seat, Renault o Citroën copando el mercado de utilitarios. Sin embargo, el camino de Ausa, nombre por el que la compañía pasaría a la historia de la industria de nuestro país, no había hecho más que comenzar. Redacción Interempresas. Fotos: Archivo Ausa De izquierda a derecha, Josep Vila, Guillem Tachó (en primer término, agachado) y Maurici Perramon Font, los tres fundadores de Ausa.

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx