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Movimiento de tierras 46 ¿Cómo ha sido el 2022 para vuestro sector y particularmente para vuestros asociados? En general ha sido un ejercicio con una actividad productiva importante, del mismo modo que afectada por la coyuntura económica general, provocada principalmente por la crisis del conflicto de Ucrania. Especialmente ha afectado a nuestros asociados el constante incremento del precio del combustible, suministros y materias primas. Ello ha generado un clima de incertidumbre, que evoca a la pequeña empresa las dificultades que tuvieron que atravesar en la anterior crisis económica, que afectó de pleno al sector de la construcción, con la consecuente llamada a la prudencia a fin de no revivir escenarios pasados. ¿Qué previsión de actividad tenéis para el 2023? Enlazando con la cuestión anterior, un aspecto diferencial con la denominada 'crisis del ladrillo', que azotó a todo el conjunto del sector de la construcción, es que, en esta ocasión, las políticas de impulso económico cuentan con el sector de la construcción. Si esto se suma al hecho de que el sector está teniendo un crecimiento moderado en cuanto al número, tamaño y medios de las empresas, por las consecuencias de la anterior crisis, se produce una saturación de los medios productivos existentes en momentos puntuales, no tanto por exceso de actividad sino por dificultades para acometerla. ¿Cuáles son los principales problemas a los que os enfrentáis actualmente los excavadores? Además de los problemas que pueden considerarse endémicos (morosidad, falta de personal cualificado, atomización y posicionamiento de las pequeñas empresas, …), es el incremento de los costes, principalmente el de los carburantes, suministros y medios productivos, los que cabe poner de relieve. Estamos en una economía en el que los márgenes de rendimiento/beneficio están cada vez más reducidos, lo que supone que, ante la volatilidad excesiva del mercado requiera de una continua negociación de los precios, con la dificultad que ello supone para las pequeñas empresas del sector. Esto se hace más complejo con los actuales sistemas de licitación, en los que sigue primando la oferta económica más baja por encima de otros criterios de valoración. Esto lo podemos observar tanto en la licitación pública como en la privada, a pesar de las mejoras normativas habidas en este sentido. Cada vez que reflexiono sobre esta cuestión, me viene a la mente la carta del ingeniero Vauban al Ministro de Guerra de Luis XIV francés que, datando del siglo XVII (1683), sigue siendo de plena actualidad: "[…] hay algunos trabajos en los últimos años que no han terminado y que no se terminarán, y todo, Monseñor, por la confusión que causan las frecuentes rebajas que se hacen en sus obras, lo cual no sirve más que para atraer como contratistas a miserables, pillos e ignorantes, y ahuyentar a aquellos que son capaces de conducir una empresa. Y digo más, y es que retrasan y encarecen considerablemente las obras, porque esas rebajas y economías tan buscadas son imaginarias, y lo que hace un contratista que pierde es lo mismo que un naufrago que se ahoga: agarrarse a todo; y eso en el oficio de contratista es no pagar a los suministradores, dar salarios bajos, tomar peores obreros, engañar sobre todas las cosas y siempre pedir misericordia contra esto y aquello. Y de ahí bastante Monseñor, para hacerle ver la imperfección de esa conducta; abandónela, pues, y en el nombre de Dios, restablezca la buena fe: encargar las obras a un contratista que cumpla con su deber será siempre la solución más barata que podréis encontrar." ¿Qué demandas tenéis hacia la Administración en relación a estos problemas? Respecto al combustible, desde el sector seguimos reivindicando la inclusión del sector de excavación y movimientos de tierra en el gasóleo profesional, así como la aplicación de las prórrogas de las ayudas de 20 céntimos al igual que se ha hecho para otros sectores, entre ellos el transporte. También en relación al combustible, demandamos fórmulas de indexación automática de los incrementos del coste del carburante, al igual que se implantaron en el transporte por carretera. Asimismo, fórmulas de revisión de precios eficaces y automáticas, que afecten tanto a suministros como a combustibles. Es necesario favorecer la renovación de los parques de maquinaria, con maquinaria más moderna y respetuosa con el medioambiente. El favorecimiento de la formación profesional en el sector, haciendo atractiva esta profesión a las nuevas generaciones, instrumentándolo desde la licitación pública. Para la defensa de esta problemática el sector precisa de interlocución, es por ello que, junto con otras asociaciones hemos constituido la Federación Nacional de Excavadores (Fenaex), con el objetivo de poner en valor al empresariado de la excavación y movimientos de tierra. En relación a la maquinaria para el movimiento de tierras: ¿a qué avances dan más valor los operarios? En general, los avances tecnológicos implantados en la maquinaria son aspectos que, tanto empresas como trabajadores, valoran positivamente. Nada tienen que ver equipos con cierta antigüedad, a los actuales equipos, tanto a nivel de aporte de seguridad al operario y a la obra, como a la relación producción-rendimiento de los mismos.l María José Robledo Presidenta de Aexar (Asociación de Excavadores de Aragón)

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