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Radiografía del sector 20 Recién estrenado el nuevo año hacemos balance de 2022, año complejo para las empresas de conservación de infraestructuras. Si la crisis covid trajo consigo el incremento desmesurado de los costes de las materias primas, 2021 lo terminábamos con el desbocamiento de los precios de la energía que, lejos de estabilizarse en 2022, sufrieron incrementos sin precedentes. Pero lo peor estaba por llegar, la guerra de Ucrania marcaba un punto de inflexión en los mercados internacionales. Mientras, las empresas de conservación de infraestructuras han seguido y siguen soportando, sin posibilidad de revisión de precios en sus contratos, la alta volatilidad, la incertidumbre y la inestabilidad del coste de las materias primas y de la energía que ponen en riesgo la continuidad del servicio. Un servicio que, no olvidemos, es esencial para los ciudadanos y para la economía del país. Nuestro deseo para el nuevo año es que, por fin, la conservación de carreteras adquiera la relevancia que merece, tanto en el ámbito político como social. En un país desarrollado como España, con una red de carreteras de primer orden — país europeo con mayor número de kilómetros de autovía—, no podemos olvidar que la carretera es nuestra infraestructura más social, la más utilizada por todos, que garantiza el desarrollo económico y la vertebración de nuestro territorio. Aumento histórico de la inversión en conservación de infraestructuras 2022 ha sido un año de luces y sombras para el sector de la conservación de carreteras. El ya pasado año vimos como se hacía realidad una de las reclamaciones históricas de la Asociación, el incremento presupuestario en conservación de carreteras, que superó al de obra nueva. Si en 2022 el presupuesto para conservación alcanzaba los 1.371 millones de euros, los PGE para 2023 destinarán más recursos que nunca a la conservación y mantenimiento de las carreteras de la red estatal, 1.548 millones de euros, un incremento del 12,9% respecto a 2022. Aunque hay que remarcar que no todos se dedicarán a la conservación, 200 millones se destinarán a la adecuación de autovías de primera generación. La conservación de carreteras, garantía de desarrollo social y económico del país Pablo Sáez, presidente de Acex (Asociación de Empresas de Conservación y Explotación de Infraestructuras) Cierto es que la conservación de carreteras ha ganado peso en las actuaciones gubernamentales, pero también lo es que España tiene un enorme déficit acumulado consecuencia de la escasísima inversión en conservación y mantenimiento en nuestro país en los últimos diez años, que se aproxima a los 10.000 millones de euros. Para asegurar el correcto funcionamiento del sistema de transportes, la seguridad de los usuarios y estar en el orden de magnitud de los países del entorno, se precisa destinar 1.600 millones de euros al año a la conservación de carreteras del Estado, incluidos los 1.000 km de autopistas de peaje revertidas al Estado. La sequía inversora ha sido más acentuada en las comunidades autónomas y diputaciones, con un presupuesto claramente insuficiente. Es por ello que, adicionalmente, sería deseable invertir otros 1.500 millones de euros a la red autonómica y 600 millones de euros en las diputaciones provinciales. Solo así se lograría asegurar una conservación adecuada. España ha estado invirtiendo desde 2009 el 50% de lo que invierten nuestros países vecinos. Y aunque actualmente esta diferencia ha descendido a un 30%, si tenemos en cuenta la antigüedad de nuestra red y los tráficos que soporta, es aconsejable mantener la línea ascendente de inversión. La carretera está presente de manera diaria en la vida de los ciudadanos y debería ser prioritaria para los gestores públicos, puesto que el 95,6% del transporte de mercancías y el 91,6% del transporte de personas en nuestro país se realizan por carretera, según datos del Observatorio del transporte y la logística en España —OTLE 2021—. La conservación de carreteras continúa sin revisión de precios Sin embargo, y a pesar de estas cifras de inversión, la carretera todavía no tiene la atención que merece. Este año el Gobierno ha dejado pasar dos oportunidades para dar solución al mayor problema del sector: la revisión de precios en los contratos de conservación. Ni el RD 3/2022 —medidas para la mejora de la sostenibilidad del transporte de mercancías por carretera y del funcionamiento de la cadena logística, que incorporó disposiciones excepcionales en materia de

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