Pavimentos y revestimientos 89

Gama de suelos de bambú, de Bambustyle Bambú exterior. Las tablas de la tarima exterior Extra Drac Carbonizado tienen unas dimensiones de 1.860 x 145 x 20 mm, son reversibles con una cara lisa y una ranurada (y en su instalación se puede jugar con sus dos texturas). Es un producto acabado y extremadamente duro. Gracias a su grosor y dureza, permite que se pueda mantener como el primer día durante muchísimos años. El bambú es un producto altamente resistente a la humedad y extremadamente flexible por lo que es ideal para exteriores. Su doble ahumado lo hace extremado duro y este proceso lo libera de posibles ataques de hongos. La instalación para exterior es con el sistema de anclaje en clic, aunque también se puede atornillar sobre los rastreles. Con el mismo producto se confeccionan los mamperlanes para piscinas o escalones, así como remates de acabado. El proceso más sencillo de mantenimiento consiste en aplicar una capa de aceite cada 6 o 18 meses y un pulido con su correspondiente aplicación de aceites protectores cada 12-36 meses. Bambú interior. Es un producto compacto tricapa de 1.810 x 132 x 13 mm, tanto en color natural como en color café, que destaca en diseño, elegancia y resistencia. El procedimiento con el que se compacta le aporta una durabilidad sorprendente. Sus tres capas, todas ellas de bambú, le dan juego para que el material pueda realizar los movimientos naturales del mismo, dándole una flexibilidad muy elevada. Se trata del producto estrella de Bambustyle. La instalación suele ser flotante pero también puede encolarse al suelo según las condiciones de la estancia. Su mantenimiento es el mismo que el de cualquier producto de parquet macizo. Su grosor en la capa de uso le permite de dos a tres restauraciones profundas (pulido y aplicación de capa protectora). portan productos malos y de baja calidad y fastidian el mercado». Entonces el público «no es capaz de hacer la diferencia y nos meten todos en el mismo saco». Explica que lo más importante es que «los importadores tengan controladores de calidad en las mismas fábricas para garantizar todo el producto». Aunque otras empresas compran a los mismos fabricantes que los proveedores fiables «si no tienen los medios de hacer ellos mismos los controles de calidad, les meten cualquier cosa. A veces el producto está bien, pero otras no. Entonces el producto malo se queda en España y continúa contaminando. De la otra manera, ya no llega a España». En su opinión, cuando los «malos importadores se cansen de reclamaciones, y de haber fastidiado el mercado, abandonarán el producto y volveremos a ser menos y más profesionales». Otro operador afirma que el bambú es un producto de mucha calidad y estupendas prestaciones para los revestimientos de suelo, pero «el proceso de fabricación es complejo, de ahí los problemas surgidos en la época del boom». Por ese motivo, el mercado «no debe estar saturado de proveedores». Y además, el bambú «no es un producto paramasificarlo, como ocurre con otros pavimentos». Se trata de un material que se utiliza en proyectos importantes y cada vez es más utilizado por el cliente particular, pero que «al no estar tan extendido, no puede tener un elevado número de proveedores». Y su crecimiento, aun siendo constante, debe ser moderado «para no repetir errores del pasado que volverían a hacer mucho daño a este preciado material». Una saturación de proveedores compitiendo y bajando los precios provoca que llegue un momento en que los márgenes no se pueden reducir más, y entonces se comienza a abaratar el producto afectando en su calidad. Un empresario alerta del peligro, en ese caso, de que «muchos de los esfuerzos que hacen los proveedores fiables por aumentar el conocimiento y la buena imagen del bambú en el mercado se vayan al traste». Explica que el producto bambú, para abrirse hueco, no solo requiere competir en precio sino en innovación, calidad y diseño». Y que en los proyectos «se debería exigir un mayor número de certificaciones», sobre todo para el exterior donde se demanda un producto de altísima calidad. En definitiva, el bambú es un muy buen producto que bien trabajado ofrece un material de mucha calidad. «Debemos evitar que se prostituya y vuelva a caer en esa masificación puntual para que su evolución en el mercado se dirija a la calidad y a la búsqueda de la excelencia». Por eso el crecimiento de los suelos de bambú se debe fundamentar «en mayores requisitos en las certificaciones técnicas y sostenibles para los proyectos» y en «un mayor conocimiento de los suelos por el consumidor privado más joven y sensibilizado con el medioambiente». En cuanto a las principales novedades en el aspecto estético y decorativo, un operador observa que «aunque desarrollemos productos con colores en tendencia como grises y blanqueados, y texturas nuevas, el mercado es tradicional ista cuando compra una madera para el hogar, y también en sectores como hotelero: El 70% de las ventas son modelos con el color madera y barnices lisos mates». Y afirma que el 90% de sus ventas son «suelos sobre todo en versión density® con barnices muy mates o incluso con aceite». Otro operador señala que «se ven muchas extravagancias en la oferta china» pero la oferta española es más conservadora: «Quizás es cierto que los acabados son más mates y naturales, porque no hace tanto que el acabado del bambú era muy plastificado, pero ya hace años que comercial izamos el bambú con acabados al agua siguiendo la línea natural y ecológico del producto». Un empresario destaca la introducción en España de formatos más grandes, con lamas más largas y anchas que los existentes hasta ahora en el mercado, pero manteniendo su dureza y estabilidad. Y también de colores más atrevidos, así como de las nuevas referencias de suelos bambú con vetas que tienen una gran aceptación. Comenta que «hay una parte del mercado que le da mucha importancia al tamaño de la lama y otra que dice que eso no tiene importancia. Están los dos extremos, aunque lo cierto es que la tendencia es de lamas más grandes». En el aspecto técnico, un experto destaca que «se ha conseguido, por fin, hacer técnicamente fiable el bambú density® monocapa que años atrás era el que más problemas generaba de estabilidad dimensional». Lo único es que «hay muy pocos proveedores que lo saben fabricar todavía». Y plantea, como reto, avanzar en una mayor gama de productos al exterior con diferentes acabados. Artículo redactado por la revista Pavimentos y Revestimientos a partir de la información y opiniones de Arkomex, Bambustyle, MOSO y Stoa MERCADOS Suelos de bambú 48 - PAVIMENTOS

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