Pavimentos y Revestimientos 110

         l mercado de barnices se sitúa en los sectores medio y alto de los consumidores de pavimentos. Los primeros tienden a productos preacabados y los segundos a productos más selectos trabajados en obra. El aceite lo demandas personas que conocen bien la madera y aprecian su belleza en su estado más natural. Un experto señala que «desde hace años los barnices presentan una tendencia a la contracción, o al menos al no crecimiento, con grandes actores muy implantados y bien distribuidos mientras se incrementa lentamente la demanda de aceites». Otro especialista señala que «los profesionales siguen apostando por los barnices en base agua, de ahí su continuo crecimiento». Los aceites «siguen creciendo empujados más por el producto preacabado que por el uso en madera restaurada». Esteaño2022unoperador nocontempla una expansión del mercado, más bien al contrario, porque «gran parte de los pavimentos de madera ya vienen acabados de fábrica y los clientes finales muchas veces sustituyen un pavimento de madera, en vez de restaurarlo, fomentando la implantación de productos sustitutivos». Otro empresario asegura que «el año ha                                                                                                                                                              

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