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vendiendo un poco como producto milagro» y «si bien existen los inconvenientes que ya he comentado, todo lo demás son ventajas: es un gran producto y permite el barnizado al cabo de un mínimo de 48 horas». Así pues «no hay que tener prisa». Cuando se aplica el aceite 2K «al día siguiente hay que volver a pasarle un trapo porque siempre hay saturación». En este punto, el experto recomendó a los asistentes que «no os limitéis a comprar un aceite 2K que viene hecho deAlemania u otros países del centro y norte de Europa porque nuestro sistema de trabajo no coincide con el suyo y nuestras condiciones climáticas tampoco». Es necesario «intentar buscar un sistema que sea lo más versátil posible, tanto en la proporción de catalizador como en la fluidez del producto». Justino Sevillano aseguró que «yo con los aceites 2K haría preparar el aceite, tanto de catalizador como de fluidez del producto, adaptado a las necesidades que nosotros tenemos, es decir, el tipo de madera, la temperatura y la humedad de aplicación...». También insistió en que «cuando se habla de un producto que no es pelicular hay que aliarse con la madera y el resto de condicionamientos para asegurarse de que el resultado será óptimo» porque es muy diferente «aplicar un aceite 2K en un roble que en una sucupira, en verano o en invierno, y con una humedad muy alta o muy baja...». Reiteró que «yo intentaría ir a un tratamiento lo más versátil posible en conceptos como densidad de producto, fluidez... Y que el catalizador lo podáis poner vosotros...». En otras palabras, recomendó «que os hagáis un traje a medida porque como os va a costar la mismo vale la pena buscar la cuadratura del círculo pues en el mercado existen productos y sistemas realmente versátiles». En cuanto a los sistemas de aplicación de los aceites 2K, todos tienen ventajas e inconvenientes. Se pueden aplicar con una máquina (vertiendo el producto en el suelo y extendiéndolo o bien dosificándolo con la misma máquina). También mediante un rodillo o espátula. La máquina ofrece muchas ventajas por la rapidez, la facilidad de aplicación y la calidad del trabajo, pues el aceite pigmentado penetra rápidamente, sin que se seque, y casi no mancha ni sobra producto. Enseguida se aprecia el efecto visual del color con un resultado óptimo y un menor desgaste físico. La madera se ve húmeda y si se deja el tiempo suficiente para que la madera absorba el producto se podrá nutrir más. Si el acabado de la madera no va a ser barnizado sino aceitado sí que vale aplicar una segunda mano de aceite de finalización. Por otra parte, en los aceites 2K hay distintos grados de componente de cera. El que comúnmente se denomina hardwax tiene un componente en cera o en sólidos muy alto. Asimismo, el efecto final depende del soporte porque en un revestimiento no pelicular como el aceite no sale el mismo color si se aplica sobre un roble o sobre una jatoba. Una técnica de aplicación muy extendida cuando se trata de una madera extremadamente dura consiste en mojarla bien, en toda su superficie, con un mocho. De esta manera, se abre la veta de la madera con lo cual la absorción del aceite y la pigmentación serán mayores. En el caso del roble, no hay problema de generar repelo con el agua porque al pasar el disco se va a pulir la madera mezclada con el aceite y va a quedar igual de bien, pero se va a conseguir, mediante el pigmento, una mayor intensidad de color. Aceites PARA EXTERIOR Justino Sevillano comentó que hasta el momento se había hablado de tres modalidades de aceites para interior «que es un espacio donde hay muchas cuestiones que son opinables…». Pero que «cuando hablamos de aceites para exterior las cosas están mucho más claras». En primer lugar, explicó, a la madera exterior le atacan cuatro agentes: el sol, el agua, los hongos y los insectos. Para protegerla se necesita un producto que la preserve de estas cuatro amenazas. Y que tenga una cualidad fundamental: que no forme película. Esto es clave porque «en el coste de restauración o conservación de madera con productos peliculares entre un 80 o 90% corresponde al lijado o eliminación de estos productos». Pero en el caso de que la madera haya sido tratada con productos no peliculares, los aceites, esta recuperación «es muy sencilla y económica ya que en los trabajos de reconstrucción, restauración o recuperación únicamente es necesario limpiar esta madera y aplicarle un poco de aceite. Así de sencillo». Por eso se necesita un producto que penetre totalmente en la madera (cosa que solo se consigue con un aceite, no con un lasur o un barniz) y que sin formar una película la defienda de sus «enemigos». Hay productos que no son fungicidas y se tiene que aplicar antes un fungicida, pero hay productos que sirven para las amenazas antes mencionadas. La idoneidad de los productos depende en buena manera de las condiciones climatológicas de todo el país. En Escandinavia el peor enemigo de la madera exterior es el agua y en España el sol. Por otra parte, una tarima de ipé al poco tiempo de darle un aceite incoloro pigmentado se empezará a oxidar otra vez y a ponerse gris. Muchos propietarios dicen que les gusta ese aspecto grisáceo pero deben ser conscientes de que esa madera está sufriendo un proceso de oxidación / decoloración que la deteriora como material. La solución es aplicar un aceite pigmentado o un pigmento antes del aceite para conservar el color de la madera sin que afecte a su aspecto o tonalidad natural. Incluso podría ser una tonalidad gris que simule el envejecimiento natural. En exterior, los aceites oxidativos son productos todoterreno que se aplican muy fácilmente, se extienden muy bien, la madera los SEMINARIOS 54 - PAVIMENTOS

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