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54 CONGRESO ASEFAVE puedan hacer constar a terceros que sus productos son sostenibles y cuentan con material reciclado en su contenido. Esto lo demostramos mediante procesos de verificación, a través de auditores que comprueban que se cumplen los requisitos previamente definidos para cumplir con tales fines”. En este sentido, Aenor ha desarrollado algunas estrategias y una de ellas es “la marca N Sostenible (NS), evolución de la histórica marca N de certificación de producto, que acredita que los productos cumplen y se han fabricado atendiendo a los tres ámbitos que se demandan en este sentido: ambiental, social y de gobernanza. En cuanto a la gestión de residuos, la actualización del año 2022 de la Ley de Residuos establece que para todo producto que tenga un envase, su residuo debe ser gestionado y la responsabilidad es del productor. Ainhoa Lizarge, de Sigaus/Genci, una Scrap (Sistemas colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor) que lleva trabajando desde hace más de quince años, indicó en su intervención que la “circularidad en los flujos de residuos es una obligación que viene de la Unión Europea. Desde el pasado 28 de diciembre, el ordenamiento español decidió aplicar la responsabilidad del residuo de envases comerciales e industriales al productor. Para el sector de la ventana no debería cambiar nada a lo que ya se viene haciendo”. PRODUCTOS: CIRCULARIDAD, SOSTENIBILIDAD Y RESIDUOS. Durante las sesiones de ponencias del área temática 2, correspondiente al ámbito ‘Producto: Economía circular, sostenibilidad y residuos’, se presentaron varias ponencias. Una de ellas fue la titulada ‘Circularidad en sistemas de aluminio’, a cargo de Àlex Peral, de Reynaers. En su intervención destacó el papel que tiene el aluminio dentro de la construcción de edificios, particularmente en fachadas y elementos de carpintería, debido a sus características de ligereza y resistencia. Además, atendiendo a cuestiones como la circularidad, indicó que es un material “infinitamente reciclable, tiene una vida útil infinita, es adaptable y desmontable”. Sin embargo, para obtener aluminio primario se necesita generar mucha energía, con una muy alta huella de CO2. En cambio, el uso de aluminio reciclado reduce de manera drástica esa huella. “Las ventanas de aluminio tienen un ciclo de vida de entre 40 y 50 años y el 95% del aluminio utilizado en edificación se recicla. En la actualidad, en lo que respecta a la producción mundial del aluminio, el primario está descendiendo, mientras que el reciclado aumenta”. Para el año 2030, se prevé que un 56% del aluminio empleado sea reciclado y tan solo un 4% primario, con un 40% de aluminio bajo en carbono. La industria del aluminio se enfrenta a varios retos en cuanto a su circularidad, Un instante de la mesa redonda 'La nueva frontera: circularidad de producto’. Àlex Peral, de Reynaers.

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