Mascotas_MS4

20 PELUQUERÍA CANINA Para comenzar, ¿podría contarnos un poco acerca de su trayectoria en el sector? Llevo ejerciendo de peluquera canina desde que tengo 16 años. Mi primer contacto fue en una tienda de mascotas, donde entré como dependienta. Desde ese momento y hasta día de hoy, siempre he estado en el sector de la peluquería canina. Doy las gracias a Josep Costa por ofrecerme la oportunidad de formarme en Barcelona con Mari Cruz Paco, en 1997. Trabajé en tres centros más durante 11 años hasta que en el 2007 pude abrir las puertas de mi salón El món del gos, en Girona. En la actualidad somos Centro Artero International Academy y estamos considerados como uno de los centros de peluquería canina de alto rendimiento. A día de hoy soy embajadora de Artero Pet Care y, antes de ser mamá, tambien fui handler, presentando dogos alemanes y podencos, entre otros, y participé en varios campeonatos de peluquería canina. Ahora llevo un par de años retomando de nuevo la competición. ¿Cree que la peluquería canina es una profesión en crecimiento? ¿Por qué? En mi opinión, claramente sí. La peluquería canina está en pleno crecimiento. Por suerte, la gente va siendo cada vez más consicente de que nuestras mascotas son un miembro más de la familia. Tenemos a nuestro alcance mucha más información valiosa y conocimientos en redes sociales, por ejemplo, sobre peluquería canina, alimentación, salud y bienestar, tanto para ellos como para nosotros. ¿Qué habilidades y conocimientos son necesarios para tener éxito en esta profesión? Sobre todo ser constante en lo que haces y focalizar tu camino. Una de las grandes claves es querer estar en formación y evolucionar continuamente, porque lo más bonito de esta profesión es que nadie te va a poner límites ni de conocimiento ni en cuanto a crecimiento profesional, y eso pasa en muy pocos oficios. Otro punto a tener en cuenta, sobre todo si tienes tu propio negocio, es saber gestionarlo correctamente a nivel empresarial. Tener un negocio de peluquería canina no significa solamente saber hacer una buena técnica de corte en una raza, también hay que saber llevar cuentas, con los costes y beneficios por servicio correspondientes, entre otros y, en nuestro caso, también es importante saber llevar un equipo, y optimizar tiempos y recursos. Tener un buen carácter y saber estar de cara al público serían otros factores a destacar -y más si disponemos (como nosotros) de tienda fisica, con alimentacion y complementos- para poder asesorar al cliente debidamente. Y otro detalle que a mí me sirvió muchísimo fue tener nociones de auxiliar veterinario (a mí me sirvió mucho haber estudiado auxiliar de clínica y haber trabajado en el Hospital Santa Caterina), sobre todo en los inicios. ¿Cuál es su opinión sobre la formación presencial? ¿Cree que es importante que los alumnos aprendan en un entorno práctico? La formación presencial es fundamental y yo creo que crucial en el aprendizaje. Los cursos que se están haciendo ahora suelen tener entre 250 y 400 horas, que al final son muy pocas. En mi opinión, se necesitan años para aprender bien este oficio y creo que es muy importante ser constante e instalarse en el reciclaje presencial. También es importante que los alumnos vean, en un entorno práctico, cómo funciona una peluquería canina en la vida real. Esto es, cómo funcionan la atención al cliente, la gestión de personal y la organización de equipo. Todo esto también forma parte de la formación práctica.

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