Industria Metalmecánica

InnoForm-STEEL-M El macho de laminación InnoFormSTEEL-M es ideal para aplicaciones en materiales de acero de resistencia media o materiales fundidos. Su nueva geometría y el recubrimiento de TiN optimizado, ofrece una excelente fiabilidad del proceso y vida útil. Visítanos en: www.emuge-franken.com rédito de una pequeña inversión inicial era evidente. La energía es el componente más caro del coste total del aire comprimido. De hecho, durante la vida útil de un compresor típico, generalmente la energía supone un coste varias veces mayor que el precio de compra de dicho compresor. En resumen: maximizar la eficiencia energética le hace ahorrar dinero. Algunos de los primeros en intentarlo fueron grandes empresas del sector industrial, con operaciones que incluyen sistemas de aire comprimido de gran capacidad funcionando a todas horas y todos los días y actividades que requieren calefacción de procesos. Entre ellas encontramos a sectores como el de los alimentos y bebidas, el farmacéutico y el textil. En pocas palabras, cuanto mayor es el tamaño de las operaciones, mayor es el ahorro de energía. Al mismo tiempo, algunas pequeñas empresas de ingeniería se estaban transformando o creando empresas derivadas conocidas como empresas de servicios energéticos (ESCO). Estas empresas ofrecen una amplia gama de soluciones energéticas, que incluyen el diseño y la implementación de proyectos de ahorro de energía, la instalación a posteriori, la conservación de la energía, la externalización de la infraestructura energética, la generación y el suministro de energía y la gestión de riesgos. Sin embargo, la implantación de sistemas de recuperación de calor en pequeñas y medianas empresas ha sido muy reducida. La Comisión Europea, en su informe ‘Valorización del calor residual: mejorar la eficiencia energética en las industrias de transformación’, apuntó que “el potencial de recuperación del calor residual industrial sigue desaprovechándose debido a una serie de obstáculos tanto técnicos como no técnicos, entre ellos, la necesidad de disponer de tecnologías eficaces y rentables para recuperar el calor que se pierde y reutilizarlo, aumentar su temperatura o transformarlo con vistas a su valorización”. [1] USOS DE LA RECUPERACIÓN DE CALOR Como he mencionado anteriormente, las empresas que más provecho sacan de la recuperación de calor habitualmente son aquellas que también requieren calefacción de procesos y tienen operaciones que funcionan de manera continua. Por lo general, vemos que, en este tipo de empresas, la recuperación de calor proporciona un importante retorno de la inversión, incluso en menos de un año, y raramente en menos de dos. Aunque no todos los usos del calor recuperado son iguales, otras empresas también pueden lograr enormes beneficios. Por ejemplo, su uso durante los meses de frío produce grandes beneficios para los costes y las emisiones de carbono. Algunas empresas de la industria no

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