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GESTIÓN 41 de los productores (SCRAPs) especializados en la gestión de los residuos de envases comerciales e industriales. Si bien Ecolum sopesó la posibilidad de poner en marcha un SCRAP propio que gestionara los residuos de envases, el abanico de iniciativas que se han anunciado ha hecho que la fundación esté informándose sobre los servicios y prestaciones de cada uno de ellos que se pondrán en marcha para alcanzar un acuerdo al que se puedan unir todas las empresas adheridas a Ecolum. Así, el equipo que lidera Vázquez está evaluando “cuál es el SCRAP que nos ofrece más garantías y las mejores condiciones para firmar un convenio”. Una vez tomada esta decisión, Ecolum será la encargada de trasladar las declaraciones de las empresas que forman parte de la fundación. Ejercer ese papel de interlocutor único facilitará el cumplimiento del RD 1055/2022 a los integrantes de Ecolum, destaca Vázquez, quien explica que “esto ya lo venimos haciendo con otros tipos de productos, como por ejemplo con los residuos de pilas y baterías”, un servicio que es muy valorado por las empresas adheridas a la fundación, “puesto que para ellas es muy cómodo, ya que solo tienen que darnos los datos y nosotros nos encargamos del resto de gestiones”. No obstante, la Fundación Ecolum lo que ha hecho ha sido “crear una sociedad limitada sin ánimo de lucro para poder asesorar a las empresas adheridas prestándoles servicios de consultoría a través de la cual serán informadas de todos los cambios que se puedan producir en este terreno, tanto de los más recientes como de los que prevemos que sucederán”. El cometido de las empresas adheridas a Ecolum es fabricar productos de iluminación y en ocasiones, apunta Vázquez, “no cuentan con especialistas en asuntos medioambientales y toda esta legislación les ha caído como un aluvión. Nosotros, como Fundación Ecolum, si pusiéramos en marcha un SCRAP tendríamos unas funciones limitadas en las acciones que podemos desarrollar. Y el objetivo de esta nueva sociedad es ayudar a los fabricantes y asesorarles en todas las cuestiones medioambientales que afecten a su actividad”. La mayor concienciación medioambiental de la sociedad, el creciente cuerpo legislativo que regula la gestión de los residuos y el deseo de la Unión Europea de avanzar en la consecución de la economía circular están generando nuevas oportunidades de negocio e incrementando la actividad de sectores que resultan básicos para lograr una mejor gestión de los residuos, como puede ser el caso de los transportistas especializados en el traslado de residuos desde los lugares en los que se acumulan hasta los centros en los que se gestionan. “Para nosotros”, afirma Vázquez, “hay dos puntos que consideramos básicos. Uno de ellos es la logística y el otro lo representan las plantas de reciclaje”. En este punto la directora general de la Fundación Ecolum considera “evidente que afrontar la gestión de residuos de todo tipo desde un punto de vista de eficiencia medioambiental genera también beneficios económicos”. “Trabajamos con muchos operadores logísticos y con muchas plantas de reciclaje, de las que cada vez hay más y, además, las que funcionan lo hacen cada vez con más seriedad. Aunque colectivos como Ecolum no tenemos ánimo de lucro, el mercado en el que operamos debe originar beneficios económicos para mantener su actividad. En nuestro caso, realizamos una selección tanto de los operadores logísticos como de los gestores que nos ofrecen mayores garantías. En el caso de las instalaciones, antes de iniciar la colaboración con alguna planta la visitamos y comprobamos cómo trabaja”, explica al otro lado de la línea telefónica Vázquez. “Realizamos una selección tanto de los operadores logísticos como de los gestores para elegir a los que nos ofrecen mayores garantías” Un iceberg de I+D En este punto, la directora general de la Fundación Ecolum reconoce con humildad que “para mí, que no llevo tanto tiempo en el sector de los residuos, ha sido muy sorprendente ver todo el I+D que se aplica para encontrar formas más eficientes de recuperar cada vez más residuos. De hecho, como sabes, nosotros pusimos en marcha un proyecto para medir el índice de reciclabilidad de componentes utilizados en la fabricación de nuevas luminarias. Con esta iniciativa buscamos facilitar a los fabricantes el ecodiseño de sus productos al utilizar materiales que se recuperen con mayor facilidad y también que los componentes sean más fácilmente desmontables, lo que incrementa la vida útil del equipo de iluminación. En cuanto los gestores de residuos, de esta forma pueden adaptar sus instalaciones a los materiales que en unos años llegarán a sus plantas”. Un área en la que está empezando a trabajar la Fundación Ecolum es en la medición de la huella de carbono que se genera en la correcta gestión de los residuos de productos de iluminación. “Nosotros ya estamos trabajando en ello. De hecho, es una meta que hemos fijado para el próximo año. Dentro de nuestros proyectos se encuentra el análisis de la huella de carbono que se genera en todo el proceso de reciclaje: desde que la luminaria se desmonta hasta que concluye el proceso de reciclaje”.

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