IS29

ENTREVISTA 25 ¿Pueden las nuevas tecnologías mejorar la calidad de vida de personas en riesgo de exclusión, o bien suponen una dificultad añadida para su integración? Las nuevas tecnologías digitales han de ser inclusivas si queremos que actúen como elementos de desarrollo. Es necesario poner el énfasis en el desarrollo de capacidades digitales y no únicamente en la conectividad y los aparatos. Para muchas personas la administración electrónica supone una barrera muy importante, más aún para aquellos que no tienen posibilidad o no están familiarizados con el uso de la firma electrónica. Es necesario poner en marcha políticas específicas para superar estas barreras. ¿Cuántas personas de la UCOparticipan en el proyecto? En la actualidad, yo coordino este proyecto europeo, pero, además, hay otras cinco personas contratadas por la UCO para trabajar en IN-HABIT. Están los Local/Community Activators, Isotta Mac Fadden y Javier Martínez, que son coinvestigadores y agentes de cambio activos en el contexto local. Son los encargados de realizar tareas de investigación con enfoque de género, diversidad e inclusión, así como las actividades de dinamización y participación, co-diseño, evaluación de impacto. Rocío Pérez, que es la Project Manager, cuyas funciones van dirigidas a la organización y seguimiento de actividades del proyecto, con especial atención a la coordinación del partenariado (planificaciónde reuniones, consultas, etc.), así como todo lo relacionado con la preparación de informes a la Comisión Europea. En estas labores es apoyada por Melina Granet. Igualmente, tenemos contratada a Marta Baena, periodista y divulgadora científica, que se encarga de la redacción de notas de prensa, de ponerse en contacto con los medios de comunicación y de la grabación y edición de vídeos sobre el proyecto. ¿Cuándo está previsto que finalice el proyecto? Una vez finalizado, ¿se obtendrán herramientas que permitan aplicar sus conclusiones a ámbitos urbanos para reducir la población cuya vida transcurre en los márgenes de la exclusión social? El proyecto tiene una duración de cinco años, por lo que finalizará en agosto de 2025. Uno de sus grandes objetivos es la replicabilidad de sus acciones. Por ello, cada una de las ciudades hará un importante esfuerzo por difundir sus resultados, tanto los positivos como los negativos, y por fomentar la replicación de acciones. Tanto las buenas prácticas como las lecciones aprendidas o los errores cometidos serán comunicados a nivel científico y divulgativo. n PARTICIPACIÓN DE ACTORES LOCALES Las innovaciones que se implementarán en cada una de las cuatro ciudades que participan en IN-HABIT serán co-diseñadas, co-ejecutadas y co-gestionadas con los actores locales interesados. El objetivo, informaron fuentes del proyecto cordobés, es impulsar cambios de comportamiento y de mentalidad que incrementen la salud, el bienestar y promover estilos de vida más saludables. Las cuatro ciudades implicadas mantendrán un estrecho contacto y compartirán sus experiencias y resultados, tanto los positivos como los negativos, desarrollando una base de evidencias y un sistema de indicadores y de seguimiento con enfoque inclusivo, de género y de diversidad, adaptados a las necesidades de las ciudades pequeñas, medianas y periféricas que podrán ser utilizados y replicados en otras ciudades. Otro de los objetivos del proyecto es crear redes con otras ciudades que estén abordando iniciativas similares o que estén interesadas en aplicar los resultados de IN-HABIT. En este sentido, la capital de Colombia, Bogotá, también forma parte del proyecto. En Córdoba el proyecto será desarrollado por la Universidad de Córdoba como socio coordinador, la Asociación de Vecinos Unión y Esperanza de las Palmeras y el ayuntamiento de la capital cordobesa, principalmente a través de los responsables y los trabajadores de Servicios Sociales. Las acciones de IN-HABIT se concentrarán preferentemente en zonas desfavorecidas y en grupos vulnerables de población.

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx