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76 SOMOS LO QUE RESPIRAMOS / POR GRUPO AIRE LIMPIO ANÁLISIS DE RIESGO Y AUDITORÍAS DE CONTROL DE LEGIONELLA: PASOS CLAVE PARA ESTABLECER LOS NUEVOS PSL Y PSA La celebración este mes de octubre del Congreso de Ingeniería Hospitalaria en A Coruña, en el que llevamos participando casi 20 años, y en el que presentamos nuestras soluciones de auditoría y control en este ámbito, trae de nuevo a la actualidad el análisis de ambas normativas, especialmente relevantes en las instalaciones sanitarias, donde los enfermos inmunocomprometidos requieren un entorno más controlado. De hecho, la nueva normativa los define como edificios prioritarios, por lo que deben basar sus planes de prevención, preferiblemente, en un plan sanitario frente a Legionella (PSL) y un plan sanitario del agua (PSA). El PSL, se define en el RD 487/2022 por el que se establecen los requisitos sanitarios para la prevención y el control de la legionelosis, mientras que el PSA se desarrolla en el RD 3/2023 por el que se establecen los criterios técnico-sanitarios de la calidad del agua de consumo. Ambas normativas, no obstante, se aplican también a otras instalaciones no sanitarias, como hoteles, centros de enseñanza, instalaciones deportivas cubiertas, centros penitenciarios, e incluso, en el caso de Legionella, a sistemas de riego, torres de refrigeración, y un largo etc., aunque variando sus recomendaciones en función de factores de aforo o riesgo potencial. En el año 2021 se dispararon las alarmas en nuestro país por las cifras record de casos de Legionelosis –más de 1.700- que registró el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) en España. En el punto de partida, teníamos una legislación obsoleta que no se había modificado desde 2003, aunque complementada y actualizada por la norma UNE 100030:2017 y las Guías Técnicas del Ministerio de Sanidad. En pocos meses, entre junio de 2022 y marzo de 2023, se han publicado dos reales decretos enfocados a la prevención y el control de la legionelosis y a los criterios técnico-sanitarios de la calidad del agua de consumo, respectivamente, que han permitido unificar normativas y fijar unos escenarios más controlados y seguros frente a Legionella. Paulino Pastor, director general de Ambisalud https://www.airelimpio.com/ https://grupoairelimpio.com/ EVALUACIÓN DE RIESGO POR ETAPAS E IDENTIFICACIÓN DE PUNTOS DE CONTROL CRÍTICOS A priori, el esquema de trabajo es muy similar en ambos casos y tanto el PSA como el PSL deben basarse en una evaluación de riesgo –atendiendo gravedad y probabilidad- por etapas, fundamentada en las recomendaciones de la OMS. Cada plan debe estar adaptado a las características propias de la instalación, con identificación de puntos de control y puntos de control críticos, y su resultado determinará las medidas preventivas necesarias. Estos planes deben tener una verificación continua, además de estar sometidos a una validación periódica. Ambas normativas sí difieren a la hora de repartir responsabilidades en el control del cumplimiento del plan, que en el caso del PSA recae principalmente en el titular del local, mientras que en el caso del PSL, su Real Decreto incluye también a fabricantes de equipos e instaladores. Los primeros, deben asegurar el correcto diseño de los equipos y la accesibilidad a los componentes para facilitar su limpieza, mientras que los responsables de proyecto e instaladores deberán asegurar que los materiales, la accesibilidad y la ubicación de la instalación sean adecuados al uso previsto y acordes a la normativa técnica aplicable.

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