HC360 - horticultura

TOMATE 39 la sostenibilidad del planeta, incluyendo la regulación de los ciclos de los nutrientes, del agua y del clima global (Delgado-Baquerizo et al., 2018). La flora microbiana del suelo es fundamental para la vida en el planeta y, por tanto, es un indicador clave de la salud del suelo. Sin los microorganismos del suelo, las plantas no podrían crecer, ni tendríamos una atmósfera respirable como la tenemos, ni podríamos comer como lo hacemos. Los microorganismos son responsables del ciclado de nutrientes mediante sus actividades enzimáticas, y son tremendamente diversos. En la rizosfera, los microorganismos son los encargados de transformar los nutrientes, bien aportados en forma mineral u orgánica, y hacerlos biodisponibles para la planta, favoreciendo su crecimiento y la producción vegetal. A su vez, la planta genera restos orgánicos que favorecen el desarrollo microbiano en la rizosfera. Hoy en día se sabe que los microorganismos del suelo están en parte involucrados en la resistencia de las plantas a las condiciones ambientales e incluso a enfermedades. En un suelo sano, planta-microorganismo es un binomio que sustenta la sostenibilidad y fertilidad del suelo. La flora microbiana es fundamental para mantener los servicios ecosistémicos y la fertilidad del suelo. Sin embargo, esa tremenda diversidad de organismos que habita en el suelo se suele ver muy afectada por cualquier práctica antrópicas, incluyendo riego, fertilizantes, contaminaciones, etc. (Bastida et al., 2017). RIEGO CON AGUA OZONIZADA Y SUS EFECTOS EN EL SUELO Y LA PLANTA Cualquier práctica agrícola hoy en día debe ir encaminada a una agricultura más conservacionista que sostenga suelos de calidad y una buena biodiversidad. Sin embargo, la agricultura intensiva muchas veces lleva al extremo los suelos mediante Figura 1. Imagen del invernadero de tomate y del suelo que se ha analizado durante el proyecto LIFE AGRESO3IL.

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