HC359 - horticultura

DOSIER CÍTRICOS 14 La Ley de la Cadena no puede aplicarse y tener efecto en un mercado abierto. Si en la venta en el mercado de la UE hay que competir con cítricos importados en cantidades crecientes año tras año, sin ninguna traba a la importación, siendo menos costosos en términos de condiciones laborales, derechos de carácter social, de salud, seguridad alimentaria y medio ambiente, y con costes de producción y comercialización en aumento, se hunden los precios en origen. Expedimos -a la UE26- y exportamos -a Países Terceros no comunitarios- el 75% de lo que comercializamos en fresco y la Ley de la Cadena es una norma exclusivamente española, de modo que, si el precio de mercado baja, llegará un momento en que la fruta española se pudrirá en el árbol por no cubrir los costes y regalaremos las ventas europeas a Marruecos, Egipto, Turquía y Sudáfrica. Los mercados intervenidos no han tenido nunca éxito: hay que producir lo que se vende, no vender lo que se produce. ¿Qué dinámica han seguido los costes de producción en la campaña actual y cuáles inciden de manera más directa en la rentabilidad del sector? Mucho antes de estallar la guerra de Ucrania ya estábamos instalados en una espiral inflacionista de todos los inputs agrarios, del precio de los fertilizantes, fitosanitarios, gasoil y ya, a otro nivel, pero derivado también de la crisis internacional energética y de suministros, del plástico y el cartón que se usa en la confección. Hablamos de porcentajes de crecimiento de dos dígitos en casi todos los casos. Rusia, además de gas y petróleo, es un proveedor clave para la industria de fertilizantes. Todos estos grandes Incrementos de los costes está claro que no hemos sido capaces de repercutirlo en nuestros precios de venta. El hecho consumado es que la gran distribución europea presiona a la baja el precio de la producción citrícola comunitaria, aduciendo razones de ineficiencia de la cadena de suministro de los agrios de la UE frente a las cadenas de suministro de cítricos foráneos. Naranjas y mandarinas que, como ya he indicado, tienen estándares mucho menos exigentes, menos costosos y sin un precio mínimo que respetar en el mercado de la UE. El ejecutivo comunitario –aún en un escenario de incremento de costes tan evidente como éste- asiste impasible a este fenómeno. ¿Qué aspectos técnicos o regulatorios concretos están detrás de esta fuerte competencia de países terceros productores de cítricos como son Egipto, Turquía o Marruecos? ¿Es una situación coyuntural o puede convertirse en un factor estructural con el que convivir en los próximos años? Turquía es un ejemplo muy evidente de la falta de reciprocidad en la UE. Ya no es tan sólo una cuestión de costes mucho más bajos, de la competencia desleal que conlleva impulsar sus exportaciones devaluando fuertemente la lira turca o de la falta de cumplimiento de los mismos requerimientos medioambientales, es que Bruselas está consintiendo el uso masivo y sistemático de pesticidas que están prohibidos en la UE. Y no es una impresión personal, es que está acreditado: según los datos de la Rapid Alert System for Food and Feed –que es el sistema de alertas por seguridad alimentaria- en lo que llevamos de año y hasta el 10 de marzo, Turquía suma 87 rechazos por usar pesticidas

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx