HC358 - horticultura

28 FRUTICULTURA PRODUCTORES Según datos de la Declaración Única Agraria de la Generalitat de catalunya (DUN 2021), alrededor del 40% de los productores de avellana tienen más de 60 años, y solo un 10% menos de 40 años. Se trata de un sector muy atomizado y poco profesionalizado, solo el 16% de los productores de avellana de Tarragona son profesionales y un 24 % de los productores de Girona. La superficie media de una parcela de avellano es de 0,62 ha en la zona de Tarragona y de 1,07 ha en la zona de Girona. Se estima que la superficie mínima de explotación para garantizar su rentabilidad es de 15 ha, lejos de las 3 ha de media de Tarragona o las 8 ha de la zona de Girona. Solo el 13% de las explotaciones de la zona de Tarragona y el 60% de las explotaciones de Girona superan las 15 hectáreas. En el cultivo de la avellana se observa la misma tendencia que en el resto del sector agrario. Al abandono de cultivos se une la disminución del número de activos y el incremento de la superficie media de las explotaciones. La ratio de hectáreas por explotación ha pasado de 2,69 ha en 2015 a 3 ha en 2020. Últimamente se está observando un cierto rejuvenecimiento de las plantaciones y el 18% tienen edades inferiores a los 10 años, tiempo en el que aún no han entrado en su periodo de mayor productividad, que se considera entre los 15 y 30 años. PRODUCCIÓN España, que tradicionalmente se consideraba el tercer productor mundial, a pesar de estar muy lejos de las producciones italianas y turcas, en los últimos años ha perdido esta condición. Turquía mantiene el liderazgo de producción de avellana con el 68% del total y, por lo tanto, es el referentemundial. Italia con el 11% de la producción se mantiene en la segunda posición. Nuevos países se han incorporado a este ranking, Azerbaiyán produce ya el 6% de la producción mundial y Georgia y los Estados Unidos, superan las producciones españolas, que han caído hasta el noveno lugar del ranking mundial. El incremento de la producción ha sido espectacular en los últimos años y países como Azerbaiyán han incrementado la producción en un 63%; Georgia, un 23%, y los Estados Unidos, un 22%, para poner unos ejemplos. CONSUMO Y OPORTUNIDADES DE FUTURO La cosecha mundial de avellanas de la cosecha 2020/21 estuvo alrededor de las 512.000 T de avellana en cáscara, fue según el Consejo Internacional de los Frutos Secos (INC), la segunda producción más alta en los últimos 10 años. Turquía aportó el 62% del total con una producción estimada de 320.000 toneladas (T). Italia recuperó su producción con una cosecha excelente de 75.000 T, un incremento de más del 57% sobre el promedio de los 10 años anteriores. La producción mundial de avellanas para esta última cosecha se estima alrededor de las 541.130 T, cantidad que supera la producción del ejercicio anterior. Paradójicamente, el cultivo de la avellana se está incrementando en todo el mundo menos en España, donde la superficie dedicada a este cultivo ha caído de forma espectacular. En el año 1988 la superficie de cultivo de avellana en España era de 36.200 ha, en el año 1992 había disminuido hasta las 35.500 hectáreas y desde entonces el descenso ha sido de mayores proporciones hasta las 13.000 ha actuales. De todas formas, el consumo de la avellana a nivel mundial está creciendo constantemente. Los estudios afirman que crece a mayor ritmo que la producción. Esto explicaría la incorporación de nuevas superficies en los países tradicionalmente productores, especialmente Turquía e Italia, pero también la aparición de nuevos países productores. Producción mundial de avellana. Fuente INC. El consumo de la avellana a nivel mundial está creciendo constantemente. Los estudios afirman que crece a mayor ritmo que la producción El incremento del consumo mundial pasó de las 357.993 T a 466.594 T (+30%) en el período de 2013 a 2018, mientras que para el mismo periodo la producción se incrementó de 469.908 T a 530.000 T (+13%). La percepción por el consumidor de que se trata de un fruto saludable complemento imprescindible de una dieta equilibrada y el fomento a nivel mundial del fruto seco como un elemento esencial de la dieta mediterránea, permiten que se tengan buenas perspectivas de futuro para el consumo de este fruto seco.

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