FO90 - FuturEnviro

Valorización energética de residuos | Waste to energy www.futurenviro.es | Mayo-Junio May-June 2022 25 El impacto causado por la guerra de Ucrania, que encara ya el cuarto mes de conflicto, sobre los precios de la energía, ha puesto de manifiesto la debilidad estratégica del abastecimiento de energía a Europa y la necesidad de que la seguridad de suministro recupere protagonismo en el marco de la política energética. Aunque en el caso de España la dependencia de las importaciones del gas y del petróleo ruso es relativamente reducida, en comparación con la de otros países europeos, apenas un 2% de sus importaciones de petróleo y menos del 6% de las de gas, como los mercados energéticos tienen un alcance global, los efectos del conflicto y del embargo a las exportaciones rusas están afectando también a los precios de la energía en nuestro país. Si antes de la actual crisis energética la Unión Europea había iniciado ya un gran plan para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y potenciar y uso de las energías renovables, principalmente con el objetivo de luchar contra el cambio climático, las lecciones aprendidas en estos meses de conflicto, deberían llevarnos a potenciar aún más el uso de energías renovables y autónomas para reducir la dependencia de las importaciones y reforzar nuestra seguridad energética. Paradójicamente, en el caso de España, su condición de “isla energética”, derivada del alejamiento de los principales países productores de petróleo y gas y su relativamente escaso nivel de interconexiones con el resto de Europa, han favorecido históricamente el desarrollo de medidas tendentes a garantizar su seguridad energética y hoy cuenta con uno de los sistemas energéticos más resilientes de Europa. Además, desde hace años está potenciando el uso de las energías renovables para la producción de electricidad, principalmente hidráulica, eólica y solar, de modo que el 46% de la electricidad que se consume en nuestro país procedía ya de este tipo de fuentes en 2021. Sin embargo, dentro de este marco, que pretende avanzar hacia una menor dependencia de los combustibles fósiles y una mayor autonomía energética, desde Aeversu consideramos que no se está utilizando plenamente todo el potencial que existe en la valorización energética para ayudar a paliar la actual crisis energética que estamos viviendo a causa de la guerra de Ucrania, y también como solución de futuro a más largo plazo. Si consideramos el precio medio de la energía que se alcanzó en el pasado mes de febrero en España, en el que se superaron los 200 €/MWh, el valor de mercado de la energía adicional que podríamos obtener mediante la valorización energética a partir de los residuos que desperdiciamos en los vertederos sería de 1.560 M€/año. Además, el uso de estos residuos para la producción de electricidad en plantas de valorización energética, como las que ya existen en nuestro país, nos permitiría producir aproximadamente 7.800 GWh de electricidad y evitar así el consumo de otras fuentes de energía no renovables, como el gas natural, que tenemos que importar del exterior, y que supone actualmente en torno al 18% del mix de generación de electricidad. El potencial de la energía adicional que podría producirse con la valorización energética a partir de los residuos que estamos enterrando en los vertederos sería el equivalente a las necesidades de 2,25 millones de hogares o al consumo de 5,5 millones de personas, lo que The impact of the war in Ukraine, now in its fourth month, on energy prices has highlighted the strategic weakness of energy supply in Europe and the need to make security of supply a priority once again within the framework of energy policy. It is true that Spain’s dependence on Russian oil and gas imports is relatively low compared to other European countries, with only around 2% of oil imports and less than 6% of gas imports coming from Russia. However, because energy markets are global in scope, the effects of the conflict and the embargo on Russian exports are also affecting energy prices in Spain. Given that even prior to the current energy crisis, the European Union had already initiated a major plan to reduce dependence on fossil fuels and promote the use of renewable energies, mainly with the aim of combating climate change, the lessons learned in these months of conflict should lead us to further promote the use of renewable and autonomous energies in order to reduce dependence on imports and strengthen our energy security. Paradoxically, Spain’s status as an “energy island”, due to its distance from the main oil and gas producing countries and its relatively low level of interconnections with the rest of Europe, has historically favoured the adoption of measures designed to guarantee energy security. As a result, the country now boasts one of the most resilient energy systems in Europe. Moreover, Spain has been promoting the use of renewable energies for electricity production for years, mainly hydro, wind and solar. The result is that 46% of the electricity consumed in our country in 2021 came from renewable sources. However, within this framework, which aims to move towards less dependence on fossil fuels and greater energy autonomy, Aeversu believes that the full potential of energy recovery to help alleviate the current energy crisis arising from the war in Ukraine, and also as a longer-term solution for the future, is not being fully exploited. If we bear in mind that average price of energy in February in Spain exceeded €200/MWh, the market value of the additional energy we could obtain by recovering energy from the waste currently sent to landfill would be €1.56 billion/annum. Moreover, this waste could be used to produce approximately 7,800 GWh of electricity at Spain’s existing waste-to-energy plants, thus reducing the consumption of other non-renewable energies, such as natural gas, which we have to import and which currently accounts for around 18% of the electricity generation mix. The potential additional energy that could be produced through energy recovery from the waste we are burying in landfills would be sufficient to meet the consumption needs of 2.25 million households, or 5.5 million people, thus contributing, albeit it only margnally, to reducing our energy dependency. Moreover, the use of waste to produce cheap, indigenous and reliable electrical energy would have a very positive impact on the environment, given that energy recovery plants contribute to mitigating climate change. It would also facilitate the transition to a circular economy. LA VALORIZACIÓN ENERGÉTICA ANTE LA CRISIS ENERGY RECOVERY IN THE FACE OF THE CRISIS

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx