Gestión y Tratamiento de Residuos | Waste Management & Treatment www.futurenviro.es | Marzo-Abril March-April 2022 39 El concepto de equilibrio puede definirse como el balance entre dos o más situaciones. Es un término que puede aplicarse a diferentes campos, como la física o la economía, pero hoy nos centraremos en el medioambiental. En este sentido, si hablamos de “equilibrio ecológico” no podemos dejar de mencionar uno de los hábitats naturales más valiosos que tenemos en la península, la dehesa ibérica. Este ecosistema, rico en biodiversidad, acoge a cientos de especies de animales y plantas, y ha acabado por convertirse en uno de los ejemplos más sólidos de equilibrio entre desarrollo y cuidado del medioambiente. Alcornoques, encinas, mochuelos, pájaros carpinteros, ovejas o cerdos, entre otros cientos de especies, conviven de forma equilibrada, convirtiéndose no solo en un gran pilar socioeconómico para los países sino cumpliendo funciones esenciales en favor de la protección de nuestro planeta, como el mantenimiento de los suelos a través de nutrientes naturales, la prevención de la erosión de estos o la germinación y crecimiento de frutos que alimentan a la propia fauna silvestre que la habita y a la sociedad. En conclusión, un beneficio directo en favor de la supervivencia del planeta. Y es que este modus operandi se presenta como la premisa de que el valor del todo es mucho más que la suma de las partes, y que supone una enseñanza y podría valernos de ejemplo perfecto para iniciar cualquier reflexión sobre qué significa tener una sociedad colaborativa que promueva en equilibrio el progreso y el cuidado de la naturaleza. Una reflexión que se hace más que necesaria, y urgente, en el contexto en el que nos encontramos. La sociedad se enfrenta a un reto crucial que solo puede hacerse frente de forma conjunta: adecuar el modelo de producción y consumo a nivel mundial, conocido como “producir, usar y tirar”, a otro más sostenible que posibilite el cierre del ciclo, reduciendo y dando una segunda vida a los residuos. Es cierto que puede sonar abrumador poner sobre la mesa el impacto que tiene este modelo de producción lineal al que se ha estado The concept of balance can be defined as the equilibrium between two or more situations. The term is applicable to different fields, such as physics or economics, but today we will focus on the environment. In speaking of “ecological balance” we cannot fail to mention one of the most valuable natural habitats on the Iberian Peninsula, the Iberian dehesa grassland. This ecosystem, rich in biodiversity, is home to hundreds of species of plants and animals, and has become one of the best examples of balance between development and care for the environment. Cork oaks, holm oaks, owlets, woodpeckers, sheep and pigs, and hundreds of other species coexist in a balanced way to provide not just a great socioeconomic pillar for nations but also to fulfil essential functions that contribute to the protection of our planet, such as the maintenance of soils through natural nutrients, the prevention of soil erosion and the germination and growth of fruits that feed the wildlife that inhabits them and society as a whole. The result is directly beneficial in terms of the survival of the planet. This modus operandi supports the premise that the value of the whole is much more than the sum of its parts, providing us with a lesson that might serve as a perfect example to begin any reflection on what it means to have a collaborative society that promotes a balance between progress and care for nature. A reflection that is more than necessary and urgently required in the context in which we find ourselves. Society is facing a crucial challenge that can only be addressed jointly, i.e., shifting from the global production and consumption model of “take, make and dispose” to a more sustainable paradigm that enables the loop to be closed by reducing and giving a second life to waste. It may seem overwhelming to lay on the line the impact of this linear production model to which we have been accustomed, a model that threatens loss of biodiversity, climate change and, ultimately, the survival of the planet. However, and here we have much to learn from the millions of hectares of grassland that, fortunately, forms part of our country. The fact is that it is in our hands to continue along the path towards a more sustainable future, through collaborative actions that reduce the huge impact of our human footprint on the planet. Moreover, we have a favourable context, with important roadmaps such as the European Green Deal and the Circular Economy Action Plan setting out the strategic lines to be followed by the different actors: public authorities, businesses and citizens. Only by joining forces, creating synergies amongst all of us and setting specific targets will we be able EQUILIBRIO ECOLÓGICO Y COLABORACIÓN, EL IMPULSO HACIA UN FUTURO CADA DÍA MÁS SOSTENIBLE ECOLOGICAL BALANCE AND COLLABORATION, THE DRIVE TOWARDS AN INCREASINGLY SUSTAINABLE FUTURE
RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx