FO84 - FuturEnviro

www.futurenviro.es | Octubre-Noviembre October-November 2021 36 Valorización energética de de residuos | Waste to energy energética como si fuesen sistemas excluyentes, cuando, en realidad, son complementarios. Solo hace falta darse una vuelta por los países europeos del norte para comprobar que son los que más reciclan y también los que más valorizan energéticamente, habiendo alcanzado porcentajes de vertido meramente testimoniales y que oscilan entre el 1 y el 4%. En España, el depósito en vertedero se perpetúa en el 54%, con valores de reciclaje claramente mejorables. Los que desprecian y critican la valorización energética, quizás no sepan, o quizás sí, que hay muchos materiales que no pueden ser reciclados y que, inevitablemente, si no se recupera la energía contenida en los mismos, deben acabar en vertedero, la opción más nociva para el medio ambiente y la salud pública; y la última opción que contempla Europa para la gestión de los residuos. De hecho, los vertederos emiten 19 veces más CO2 que las plantas deWtE, con la particularidad de que son uno de los principales emisores de metano y sobre los que la UE ya ha puesto el foco de atención. No en vano, en la COP26 se ha incidido en la necesidad de reducir en un 30% las emisiones de metano para 2030, y los vertederos están en el punto de mira. Quizás tampoco sepan que sobre las plantas de valorización energética pesa una estricta legislación, mucho más estricta que la aplicada a otras industrias, y que aquéllas cumplen rigurosamente, estando sometidas a continuos controles por parte de las autoridades competentes. Las emisiones en las plantas españolas deWtE se encuentran muy por debajo de los límites establecidos por la ley y prácticamente todas ellas han sido certificadas con la R1, fórmula que acredita la alta eficiencia de las mismas. Pero voy más allá: estas instalaciones modernas, robustas y punteras, consiguen transformar la parte no reciclable de los residuos en calor y electricidad, de los que pueden beneficiarse las comunidades vecinas. En el caso de Sogama, generamos la energía eléctrica equivalente al consumo del 12% de los hogares gallegos. Tras la ampliación del Complejo Medioambiental de Cerceda (A Coruña), que contempló la incorporación de una nueva planta para la recuperación de materiales contenidos en la basura en masa y que opera en línea con la industria 4.0, así como la remodelación de la antigua planta de reciclaje, tratamiento y elaboración de combustible, el complejo cercedense pasó de tratar 550.000 toneladas anuales a 1.000.000. Esta mejora, un auténtico hito en la evolución histórica de la Sociedad, propició que el vertido directo de residuos haya caído en picado durante el período 2008-2020, bajando desde las más de 400.000 toneladas contabilizadas en 2008 a las 5.000 toneladas environment and public health. For this reason, it envisaged as a last resort in terms of waste management by the EU. Landfills emit 19 times more CO2 than WtE plants. They are amongst the main sources of methane emissions, an issue on which the EU is currently focusing its attention. Not surprisingly, COP26 has stressed the need to achieve a 30% reduction in methane emissions by 2030, and landfills are in the spotlight. Perhaps critics of energy recovery are also unaware that waste-to-energy plants are subject to stringent legislation, far more stringent than that applied to other industries. This legislation is rigorously complied with, and energy recovery facilities are subject to continuous controls by the competent authorities. Emissions in Spanish WtE plants are well below the limits established by law and practically all of them have R1 certification to accredit their excellent efficiency. I would go further still and point out that these modern, robust, state-of-the-art facilities transform the non-recyclable waste fraction into heat and electricity, to the benefit of communities in the vicinity. In the case of Sogama, we generate enough electricity to meet the consumption requirements of 12% of Galician households. Following the expansion of the Cerceda Environmental Complex (A Coruña), which included a new Industry 4.0-based material recovery facility for general waste, as well as the remodelling of the old recycling, treatment and fuel processing plant, the complex went from treating 550,000 tonnes per year to 1,000,000 tonnes per year. This expansion, a true milestone in the company’s history, has led to a sharp drop in direct landfilling in the period 2008-2020, from over 400,000 tonnes in 2008 to 5,000 tonnes in 2020, a reduction of 98.68%. At this point, we should not lose sight of the fact that the European Parliament has stipulated that Member States must achieve a maximum landfilling rate of 10% by 2035. At this stage, can anyone still believe that it is possible to dispense with energy recovery and continue to bury energy in landfills? Especially in today’s critical situation, with a worrying shortage of natural resources and raw materials. When people call for a circular economy, they are demanding that products remain in the economy for as long as possible and that, when they inevitably become waste, they are given new life and returned into the commercial cycle. This is what we do at WtE

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