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www.futurenviro.es | Septiembre-Octubre September-October 2021 16 Gestión y tratamiento de agua | Water management and treatment El cambio climático está incrementando los fenómenos meteorológicos extremos, como la sequía y las inundaciones. Además del aumento de su frecuencia e intensidad, el calentamiento global está convirtiendo estos problemas en cíclicos o crónicos en algunas partes del mundo, por lo que se hace necesario un replanteamiento de la planificación hídrica que los tenga en cuenta e incida en su prevención. Unido a este proceso de origen antropogénico, nos encontramos en la actualidad en una fase climática más cálida, que potencia los efectos del cambio climático y genera por sí misma una escasez de precipitaciones y un aumento de las temperaturas. Este escenario plantea una serie de problemas que requieren un abordaje multinivel, basado en medidas legislativas, políticas públicas y concienciación individual y social. La planificación es fundamental para la gestión hídrica en general y el manejo de fenómenos extremos en particular, y, tal y como se concluyó en el IV Conversatorio del Agua en Chile, esta planificación debe tener mayoritariamente un carácter preventivo más que reactivo. En el ámbito de las inundaciones, que permiten una previsión mayor, este criterio resulta de más fácil aplicación que en otros fenómenos como la sequía. La cronificación de los fenómenos extremos permite, y a la vez exige, que se incluyan dentro de la planificación hídrica. Para su adecuado manejo, es fundamental conocer cuándo se está pasando de situaciones extraordinarias que precisan medidas reactivas a situaciones ordinarias, que entran en el campo de la prevención. Para ello, es necesario un mayor conocimiento técnico y científico y la aplicación de una visión multidisciplinar. Además de la previsión, también es clave que, al contrario de como se ha hecho tradicionalmente, la gestión hídrica se realice desde la demanda y no desde la oferta. Ciencia, derecho y política Dentro del necesario enfoque multidisciplinar de la gestión hídrica, es necesaria la interacción de la ciencia, el derecho y la política. Por lo que respecta al derecho, siempre debe ir por detrás de la ciencia, nutriéndose de los conocimientos que esta le aporte. De la misma manera, las decisiones políticas deben tomarse desde la mayor base técnica posible y alejándose al máximo de ideologías. Por su parte, la técnica y la tecnología están aportando nuevas soluciones que facilitan esta gestión y lo harán aún más en el futuro, permitiendo la reutilización del agua y la apuesta por la economía circular. Por lo que respecta a la legislación, se está realizando un gran esfuerzo para paliar el cambio climático y mejorar la protección del medio ambiente desde los ordenamientos jurídicos, aunque los problemas y su alcance son de tal trascendencia que este esfuerzo no está siendo suficiente. Para afrontar la sequía, existen múltiples iniciativas en el plano normativo, tanto internacional como europeo y nacional. Naciones Unidas cuenta con una convención específica que data de 1994, ratificada en España en 1996, mientras que en el plano de la propia Unión Europea, hay una política decidida a favor de la protección de los recursos hídricos. A nivel nacional, las particularidades geográficas de España han provocado que desde hace mucho tiempo se hayan adoptado abundantes medidas a nivel normativo e institucional. Climate change is causing an increase in extreme weather events such as drought and floods. In addition to the increased frequency and intensity, global warming is making these problems cyclical or chronic in some parts of the world. This brings with it the need to rethink water planning so that such events can be taken into account and prevented. Together with this anthropogenic process, we are currently in a warmer climate phase, which heightens the effects of climate change and in itself generates a scarcity of precipitation and an increase in temperatures. This scenario poses a series of problems that require a multilevel approach, based on legislative measures, public policies, and individual and social awareness. Planning is vital for water management in general and particularly for the management of extreme phenomena. The conclusion reached at the 4th Chilean Water Forum was that this planning should mainly be of a preventive rather than a reactive nature. Such preventive planning is easier to implement for floods, which allow for better forecasting, than for other phenomena such as drought. The chronification of extreme events enables them to be taken into account in water planning and, in fact, demands that this be done. To manage such events correctly, it is essential to know when we are moving from extraordinary situations that require reactive measures to ordinary situations that call for the implementation of preventive actions. This requires greater technical and scientific knowledge, and the application of a multidisciplinary vision. In addition to forecasting, it is also of key importance that, contrary to traditional practice, water management be demanddriven rather than supply-driven. Science, law and policies Within the required multidisciplinary approach to water management, the interaction of science, law and policy is vital. As far as law is concerned, it must always follow science and draw on the knowledge that science provides. In the same way, political decisions must be made on a technical basis in so far as possible and be as far removed as possible from ideologies. Moreover, techniques and technology are providing new solutions that enable such management, and they will do so to an even greater extent in the future, thus facilitating water reuse and the commitment to the circular economy. CAMBIO CLIMÁTICO Y FENÓMENOS EXTREMOS, UN ABORDAJE DESDE LA PLANIFICACIÓN A PLANNING-BASED APPROACH TO ADDRESSING CLIMATE CHANGE AND EXTREME EVENTS Diego Jiménez

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