FO80 - FuturEnviro

En este artículo presentamos un caso de éxito de una planta de biomasa que fue especial para el equipo del servicio técnico de VEGA. Los sensores de VEGA debían sustituir la supervisión habitual del personal, que debía calcular el stock de biomasa en una de las plantas de biomasa más grandes del norte y el centro de Italia. La planta de biomasa Bando d’Argenta (FE) es una de las más eficientes de su tipo, con una capacidad instalada de aproximadamente 21 MW y una producción de electricidad neta del 25 %. La planta está dirigida por San Marco Bioenergie SpA, miembro del Grupo F2i. La producción anual de energía de alrededor de 176 000 MWh satisface las necesidades de unos 27 000 habitantes. La planta de biomasa consta de dos líneas idénticas que utilizan vapor sobrecalentado, una turbina de vapor, un generador eléctrico conectado y varios sistemas para reducir las emisiones a la atmósfera (que incluyen, por ejemplo, filtros, sistemas DeNOx, y sistemas SNCR con inyección de urea y bicarbonato). La biomasa utilizada para la combustión es de origen vegetal. Se compone principalmente de residuos de plantas que se cultivan especialmente y los residuos de la poda de bosques y álamos. Uno de los principales desafíos fue el almacén de biomasa, debido a sus enormes dimensiones. Hasta entonces, el personal de San Marco Bioenergie SpA comprobaba el nivel de stock de la biomasa procesada de un vistazo. Este procedimiento es bastante factible en búnkeres abiertos, donde la biomasa se puede trasladar de un lado a otro con una cargadora sobre ruedas si se tiene un poco de práctica. Sin embargo, se seguía realizando una estimación de la cantidad de material que se consumía y de la cantidad de reabastecimiento necesaria. Aunque esta solución funcionó durante varios años, no resultó del todo satisfactoria por dos razones. Por un lado, las capacidades del almacén de biomasa no podían utilizarse al completo, ya que para no llenar el almacén en exceso, era mejor ir sobre seguro. Por otro lado, desde el punto de vista de los responsables, el personal de operaciones seguía perdiendo demasiado tiempo calculando si había suficiente stock y durante cuánto tiempo. Estaban muy lejos de una gestión eficiente del nivel de stock, de modo que buscaban una solución sencilla y fiable. La biomasa se almacena en forma de pellets de madera, que se depositan en búnkeres grandes con unas dimensiones de 30 x 5 x 8 m. Se necesita una gran capacidad de almacenamiento para responder al aumento de la demanda durante la temporada de uso de la calefacción. Además, no se puede interrumpir el proceso de la central eléctrica. Para una planificación óptima de la logística del material era necesaria una medición fiable del contenido del silo. El reto: Las condiciones operativas en In this article, we present the case study of a biomass plant that was of special importance for the VEGA technical service team. VEGA sensors were to replace the visual estimations of the biomass supply carried out by the staff in one of the largest biomass power plants in northern and central Italy. The Bando d’Argenta biomass power plant (FE) is one of the most efficient of its kind, with an installed capacity of approximately 21 MW and a net electricity output of 25 %. The plant is operated by San Marco Bioenergie SpA, a member of the F2i Group. The annual energy output of approximately 176,000 MWh meets the requirements of about 27,000 local inhabitants. The biomass plant consists of two identical production lines that use superheated steam to power a steam turbine connected to an electric generator, as well as several systems for reducing emissions into the atmosphere (including: filters, DeNOx systems, SNCR systems with urea and bicarbonate injections). The biomass used for combustion is of plant origin. It consists mainly of the residues from specially grown plants and waste from the pruning of forests and poplars. One of the major challenges at the power station was the biomass storage facility, which has enormous dimensions. Previously, the staff at San Marco Bioenergie SpA had to check the biomass stocks by means of visual inspection. This is feasible with open bun-kers, where wheel loaders push the biomass back and forth, provided that staff have some practice. However, the amount of material ultimately consumed was always just an estimate, and the staff could never be absolutely sure the replenishments would suffice. Although this method worked for many years, it was unsatisfactory in two respects. Firstly, the total capacity of the biomass storage facility could never be fully utilised. To avoid overfilling, it was better to play it safe by ordering less. And secondly, the plant managers thought the operating personnel still wasted too much time calculating how long stocks would last. They were a long way away from efficient inventory management, which is why the engineering team was looking for a simple and reliable solution. The biomass is stored in the form of wood pellets in a large bunker measuring 30 x 5 x 8 m. This huge storage capacity is necessary in order to be able to respond to increased demand during the heating season. Furthermore, the power plant process cannot be EL SENSOR RADAR VEGAPULS 69 MIDE EL NIVEL DE ASTILLAS DE MADERA EN UN BÚNKER VEGAPULS 69 RADAR LEVEL SENSOR MEASURES THE LEVEL OF WOOD CHIPS IN A BUNKER Es aquí donde el VEGAPULS 69 suministra unos valores de medición precisos. | Here is where the VEGAPULS 69 provides precise measured values. Biomasa | Biomass www.futurenviro.es | Mayo-Junio May-June 2021 29

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