FO101 - FuturEnviro

13 LA SEQUÍA EN CIFRAS mejoraron la humedad del suelo, por lo que sirvió para recuperar cierto volumen de almacenamiento; no obstante, los problemas existentes no se solucionaron con esas precipitaciones. INVERSIONES EN AGUA La emergencia climática causa sequías cada vez más frecuentes e intensas y España está en una situación de mayor vulnerabilidad en comparación con otros Estados miembros de la Unión Europea. Esto requiere una respuesta robusta y eficaz por parte de las autoridades en la que la inversión pública se revela como pieza clave, señalaron desde el Gobierno central. Consciente de esta necesidad, en el marco de los Planes Hidrológicos 2022-2027 el Ejecutivo prevé una inversión de 11.839 millones de euros para impulsar la desalación y la reutilización, así como la eficiencia en el uso del recurso, a través de la mejora de las conducciones e infraestructuras de regulación. A esta dotación se suman, además, 3.060 millones del PERTE de digitalización del agua, que impulsa el uso de nuevas tecnologías y 'big data' "y supondrá un avance cualitativo en la gestión del agua y las sequías". PLANES ESPECIALES DE SEQUÍA Enmarcados en el contexto definido por los Planes Hidrológicos, los Planes Especiales de Sequía (PES) buscan minimizar los impactos ambientales, sociales y económicos de eventuales situaciones de sequía, optimizando la gestión de los recursos hídricos disponibles. "Considerados un referente mundial, los PES definen mecanismos para la previsión y detección de las situaciones de sequía, fijan umbrales de fases de gravedad, definen medidas para conseguir los objetivos específicos en cada fase y aseguran la transparencia y la participación pública en la elaboración y aplicación de estos", añadieron fuentes de La Moncloa. Sobre la gestión de la sequía, desde el Ejecutivo central se afirma que "este año se ha realizado fundamentalmente a través de los PES, buscando anticiparse a los impactos con la activación de las medidas previstas para cada escenario". Además, se han impulsado medidas extraordinarias, recogidas, fundamentalmente, en el Real Decretoley 4/2023, de 11 de mayo, por el que se adoptan medidas urgentes y la ejecución de obras de emergencia, dotado con 1.400 millones. AFECTACIONES POR LA SEQUÍA EN EL SECTOR AGRARIO Por lo que se refiere a los efectos de la sequía en la agricultura y la ganadería, los cultivos extensivos y los pastos son los sectores más perjudicados. Así, en la producción de cereales de otoño-invierno se estima una reducción en torno a un 40% con respecto a la campaña de 2022, la producción de cebada se ha reducido en un 39%, y la de trigo blando en un 36%. Asimismo, la superficie de maíz se ha reducido en un 20% debido a la menor disponibilidad de agua para riego. Como consecuencia de estas bajas producciones, se estima que España deberá importar unos 20 millones de toneladas de cereales para satisfacer la demanda, tanto de consumo como de fabricación de piensos, lo que obligará a un importante esfuerzo logístico. El descenso en los rendimientos de oleaginosas (girasol y colza) se estima en un 30%. También se esperan producciones inferiores de leguminosas en grano, principalmente lentejas. La sequía ha afectado igualmente de manera directa a los árboles y producción de frutales, tanto por la falta de lluvias como por las restricciones de agua para riego. De esta forma, en fruta dulce se han obtenido productos de menor calibre, que perciben menores cotizaciones en el mercado e inciden negativamente en la rentabilidad de las explotaciones agrarias. En algunos cultivos hortícolas la falta de agua ha producido una disminución de la superficie sembrada muy significativa. En el caso del tomate de industria, por ejemplo, en Andalucía apenas se han sembrado 1.700 hectáreas, cuando lo habitual es que sean alrededor de 6.600 hectáreas. En cuanto al olivar, se espera una campaña algo mejor que la anterior. La evolución de la situación climática en las próximas semanas será determinante para la nueva campaña del aceite que empieza el 1 de octubre. Las perspectivas de producción de uva de vinificación han mejorado algo tras las recientes lluvias. La escasez de precipitaciones desde los primeros meses del año con temperaturas más elevadas de lo habitual, además de los episodios de granizo, tormentas y heladas primaverales, o ataques de mildiu en algunas regiones, hacían prever una cosecha inferior a la del año pasado. El sector maneja un nivel de producción en el entorno de 36 milloEl 14,6% del territorio nacional se encuentra en emergencia por escasez de agua, mientras que el 27,4% está alerta. La precipitación media global del año hidrológico se sitúa un 17,1% por debajo del valor normal de referencia

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