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ESPEC I AL 1 00 28 En la evolución del sector durante la última década “la participación de AEAS ha sido crucial y muy positiva” PASCUAL FERNÁNDEZ, PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE ABASTECIMIENTOS DE AGUA Y SANEAMIENTO (AEAS) El sector del agua —todos los segmentos que forman parte de él— ha protagonizado importantes cambios en la última década. Las novedades legislativas y la evolución tecnológica son las principales razones de esta evolución, en la que “la participación de AEAS ha sido crucial y muy positiva, aportando sugerencias, ideas y contribuyendo con enmiendas, afinando redacciones técnicas y ofreciendo conocimiento y experiencias”, destaca el presidente de la asociación, Pascual Fernández. S.B.N. Fernández —quien detalla la evolución de las distintas fases del ciclo integral del agua, desde la captación a la reutilización— alerta sobre la escasez de recursos hídricos y llama la atención acerca de las inversiones necesarias para cumplir los futuros requisitos legislativos, lo que hará necesario adaptar las tarifas y así poder “cumplir con los preceptos marcados por la Directiva Marco del Agua relativos a la ‘recuperación de costes’, una ‘adecuada contribución de los usos’ y el conocido ‘quien contamina paga”. ¿Cuál ha sido la evolución del sector del ciclo integral del agua, en sus distintas fases, en los últimos diez años? Todas las fases del ciclo urbano del agua se han visto afectadas de un modo u otro durante esta última década a causa de factores legales, ambientales o técnicos. Los puntos de captación de agua son de los elementos más afectados por las consecuencias del cambio climático. La escasez de agua y el deterioro de las masas de agua existentes es una realidad. El último informe del IPCC de 2023 avecina que irá a peor y los retrasos en las inversiones previstas en la planificación hidrológica no ayudan a paliar esta situación. Respecto a la potabilización, con el empuje de la revisión de la Directiva de Aguas de Consumo Humano, se han incrementado los controles, la precisión y la frecuencia de las variables que se analizan con la ayuda de nuevos sensores de calidad y mayor control en laboratorio. En distribución, se ha generalizado la aplicación de técnicas automáticas de detección y control de fugas, especialmente en los grandes sistemas o ciudades. También se ha producido un fortísimo incremento de la aplicación de técnicas de ‘sectorización’ y ‘microsectorización’ de redes y de sensorización de las mismas. Se ha universalizado la aplicación de tecnologías “sin zanja” a la hora de reparar o reponer tuberías para reducir las molestias y los costes del proceso. Además, se ha mejorado la cali-

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