35 EVENTOS La industria comparte la opinión que la madera es el material constructivo del siglo XXI, especialmente en el ámbito residencial; mientras que la construcción industrializada se posiciona como el modelo que debe imperar en un sector que está obligado a vivir su particular revolución. Durante el congreso se dio repaso a las distintas etapas de la transformación de la madera y las asignaturas pendientes que tiene el país, en materia de gestión forestal, apuesta por la industrialización de la construcción, agilización de la rehabilitación del parque de viviendas actuales y asumir una reconversión de los núcleos urbanos actuales. Inaugurada por Janet Sanz, concejala del Área de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona, la sesión inicial contó también con la participación de Alfons Solé, presidente del Gremi Fusta i Moble; Martí Boada, del Institut de Ciències i Tecnologia Ambientals de la Universitat Autònoma de Barcelona (ICTA-UAB); y Oriol Anson, secretario general de Agenda Rural Janet Sanz inauguró la 5ª edición de este congreso, junto a Alfons Solé, presidente del Gremi Fusta i Moble; el Doctor Martí Boada; y Oriol Anson, de Acció. La gestión forestal y la situación de los bosques catalanes fue analizada por Mario Beltrán y Roser Maneja durante el congreso. en la Conselleria de Acció Climàtica i Agricultura. Un evento que discurrió alrededor de 4 bloques: forestal, industrial, materiales e innovación y construcción. Precisamente, la gestión forestal fue uno de los temas centrales de este congreso. Focalizado en la comunidad de Cataluña, se alertó de la grave situación de los bosques en la región, su total inacción, que lo convierten en un polvorín. Pero, además, se desaprovecha mucha madera para dar servicio a distintas industrias, entre las cuales, la de la construcción. En este sentido, Mario Beltrán, ingeniero de Forests, puso de relieve el potencial de los bosques catalanes para la producción de madera de calidad, sin necesidad de recurrir a la importación. “Existe una gran variedad de bosques, pero sólo se consume el 10% por lo que cada año se acumula el 70%, con el riesgo que conlleva a escala medioambiental. Una diversidad que no es equiparable al crecimiento de la industria, ya que seguimos importando madera del exterior”, reconoció. Hacia esta misma dirección apuntó Roser Maneja, directora adjunta de investigación del Centro de Ciencia y Tecnología Forestal de Catalunya (CTFC) y profesora asociada al Departamento de Geografía UAB, quien, además, forma parte del equipo impulsor de la Estrategia de la Bioeconomía de Catalunya 2030. Para Maneja debe imperar la “bioeconomía y apuntar hacia un nuevo paradigma forestal, para un crecimiento exponencial del país, mediante el uso de los recursos
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