Canteras y explotaciones_CS656

5 Editorial Inmersos en plena revolución tecnológica En los últimos meses hemos tenido la oportunidad de asistir a dos de las grandes citas feriales del mundo dentro del sector de la maquinaria de construcción, obra pública y minería: Bauma en Europa, y Conexpo CON/AGG en Norteamérica. Dos megaencuentros a los que se unirán este año otros dos salones imprescindibles en nuestro calendario, Samoter en Italia, y Smopyc en España. Viendo en primera persona lo que ya se ha presentado y conociendo e intuyendo algunas de las novedades que se van a lanzar este año, nadie puede dudar que este mercado está en un proceso tecnológico completamente disruptivo. Comparas una de las máquinas que se están poniendo ahora en el mercado con las que los fabricantes anunciaban hace una década y parece que estamos hablando de cosas muy distintas. Son muchas las tendencias globales que están marcando el destino de este sector. En primer lugar, la digitalización. Los equipos de hoy en día son auténticos ordenadores en obra, mina o cantera, en los que apenas tiene cabida lo analógico. Avanzados sistemas de operación y mantenimiento están llevando los ratios de eficiencia, seguridad, ecología y economía a niveles impensables hace unos años. El dato, 'el oro del siglo XXI, se ha convertido en el principal valor competitivo de cualquier empresa en un contexto en el que los márgenes se estrechan cada vez más. Y ya no solo en el uso y conservación de las máquinas, sino también en la gestión de las flotas. Es evidente que quien no tenga hoy un buen sistema telemático de gestión que vaya mucho más allá de la mera geolocalización de los equipos, lo va a tener muy complicado para competir. Un paso más adelante en este ámbito lo constituye la automatización de los procesos. Ya se han podido ver en diferentes encuentros equipos que operan sin la necesidad de la asistencia humana y estamos convencidos que para trabajos muy recurrentes, esto irá a más. Hay quien mira esto con temor pero realmente hay que verlo como una fuente de oportunidades. Sobre todo teniendo en cuenta cómo puede aliviar uno de los grandes problemas que sufrimos en este sector, la cada vez mayor carencia de mano de obra profesional y cualificada. Desgraciadamente nuestros jóvenes no encuentran atractiva nuestra industria y mientras no consigamos invertir esta tendencia la automatización de muchas actividades puede ser una solución. Y no queremos olvidarnos en este editorial de otra de las grandes tendencias que están marcando el devenir de todas las industrias y de la propia sociedad, la sostenibilidad medioambiental. Por normativa y por convicción es imprescindible que disminuyamos nuestra huella de carbono si queremos dejar algo a las próximas generaciones. La disminución del consumo energético, el empleo de renovables, la reutilización y reciclaje de residuos, la optimización del consumo de agua… son temas que deben estar bien inoculados en el ADN de todos y cada uno de nosotros. La Economía Circular no es una necesidad, es una obligación. Y nuestra industria está dando buen ejemplo de todo ello con modelos cada vez menos contaminantes (Stage V, eléctricos, hidrógeno, etc.) y con alternativas para aumentar cada vez más la vida útil de los equipos y minimizar la generación de residuos. Por todo ello, desde estas páginas ‘chapeau’ para todo nuestro sector.

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