Canteras y explotaciones_CS656

19 tendencia de crecimiento sostenido del sector desde el año 2015 en el propio trimestre (a excepción del año de la pandemia). Según informa la asociación, los principales factores que han contribuido a la disminución de la producción de hormigón en el sector de la construcción en el año 2022 han sido el aumento de los costes de los materiales, la inflación, el elevado número de licitaciones desiertas y la incertidumbre económica. En relación con ellos, el director general de Anefhop, Carlos Peraita, destaca que “el impacto de los crecientes costes de los materiales de construcción en los proyectos ha generado una ralentización o paralización en la ejecución de los mismos, porque ha sido necesario llevar a cabo análisis, revisiones y negociaciones para adaptarse a los nuevos precios, y muchas empresas fabricantes de hormigón se han visto obligadas a renunciar a contratos con el fin de no vender a pérdidas”. Asimismo, Carlos Peraita asegura que “la incertidumbre económica provocada por la inflación, y la constante subida de tipos de interés están ocasionando que proyectos que estaban previstos que comenzaran, se hayan relantizado y esperen a una situación más favorable”. Cinco comunidades autónomas, en positivo La situación del sector a nivel nacional también se refleja en el comportamiento en el ámbito regional. Cinco comunidades autónomas están por encima de las cifras del año anterior: Castilla—La Mancha, Murcia, Baleares, Cantabria y Andalucía. Esta última región es la que registra mayor peso por volumen y crece un 5%. En el otro lado, con fuertes caídas de actividad tanto en el último trimestre de 2022 como en el dato acumulado se encuentra Castilla y León. Las otras dos grandes zonas productoras de hormigón, Cataluña y Madrid, presentan caídas moderadas del -1,8% y -0,4%, respectivamente. Perspectivas para 2023 Para este año existen varios indicadores económicos positivos que se han mantenido en alza, como las altas cifras de licitación, la llegada gradual de fondos europeos al mercado, la recuperación del sector turístico y el consiguiente resurgimiento de los planes de desarrollo, así como el aumento del empleo en la industria de la construcción. Además, los años electorales siempre tienen un efecto dinamizador previo a los comicios. A pesar de ello, las previsiones de crecimiento del PIB para 2023 se sitúan en torno al 1,6 %, lo que se traduce en cierta ralentización del crecimiento de la economía y, en concreto, en el sector de la construcción puede suponer un decrecimiento mayor. Por ello, el director general de Anefhop, Carlos Peraita, señala que “la producción de hormigón estará entre un -3% y un 0%, aunque deseamos lógicamente que el desarrollo de los acontecimientos, apoyados en los aspectos positivos, cambie la tendencia y podamos ver una cifra positiva a final de año”. l Anefhop estima que la producción de hormigón en 2023 caiga hasta un 3% o se estabilice en los mismos niveles que el pasado año

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