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MERCADO / INDUSTRIA CEMENTERA 14 y explotaciones tener estos desechos, y de los avances realizados en la última década, España continúa enviando a vertedero un 52% de sus residuos municipales, una cifra muy alejada del 23% en el que se sitúa la media de la UE en 2020, último año con datos recogidos para el estudio. Los bajos costes de vertido, que en el mejor de los casos se sitúan en España en poco más de 14 € por tonelada, frente a los más de 75 € que se alcanzan en muchas zonas del norte de Europa, son una de las principales causas para los altos índices de vertido que se observan en nuestro país. En este sentido, “desde el sector cementero recibimos con satisfacción las modificaciones impulsadas por la nueva Ley de residuos, que permitirá la entrada en vigor, a escala nacional, de un impuesto sobre estos desechos que podrá alcanzar los 40 €/t, una cifra que esperamos ejerza el efecto disuasorio necesario para mitigar esta práctica tan perniciosa desde el punto de vista medioambiental”, ha añadido Vallina. En lo que se refiere a la valorización material, la industria cementera ha reutilizado casi 49 millones de toneladas de residuos desde 2004, primer año con datos en el Observatorio. En su mayoría, las materias primas reutilizadas en el proceso de fabricación del cemento son cenizas volantes y escorias. “En este ámbito me gustaría destacar los RCD –residuos de construcción y demolición-, uno de los mayores flujos de residuos de nuestro país con una generación estimada anual de 25 millones de toneladas según datos del MITECO, y que casi en su totalidad acaban en vertederos. En 2020, el sector cementero español empleó 27.000 toneladas de RCD, y tenemos muy buenas perspectivas de empleo a futuro, para convertirnos en una herramienta complementaria para el mejor aprovechamiento de una tipología de residuos que supone aproximadamente el 30% del total de residuos de la Unión Europea”, indica Vallina. En 2020 se evitó que más de un millón de toneladas de CO2 fueran emitidas a la atmosfera Por lo que respecta a la valorización energética, desde 2004 la industria cementera ha recuperado por esta vía 10,7 millones de toneladas de residuos, de las que casi un millón lo fueron en 2020, último año según los datos del Observatorio. En el período total analizado, esta práctica evitó la emisión a la atmósfera de 9,9 millones de toneladas de CO2. Y solo en 2020, supuso un ahorro de más de un millón de toneladas de CO2, el equivalente a las emisiones que produciría la electricidad consumida anualmente por 112 millones de smartphones, o por los hogares de 14 ciudades del tamaño de Toledo. En la actualidad, la tasa de sustitución en la utilización de combustibles alternativos frente a los fósiles alcanza ya un 36%, una cifra más relevante si tenemos en cuenta que al inicio del Observatorio, en 2004, solo representaban un 2,4% del total. “Ya hay varias fábricas de cemento en el centro y norte de Europa con porcentajes de sustitución de casi el 100%. Dejar de utilizar combustibles fósiles es imprescindible en nuestro camino hacia la descarbonización, pero somos optimistas en ese sentido; ya que, aunque nuestras cifras no sean las de nuestros vecinos del norte, la evolución a este respecto en las plantas españolas es positiva y todo apunta a que el diferencial porcentual se irá diluyendo en los años venideros”, finaliza el director gerente de Fundación CEMA. ● El sector cementero continúa siendo uno de los principales “recicladores” de nuestro país y la mejor alternativa al envío a vertedero

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