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ILUMINAR EL SHOW DESDE LOS AIRES INTRODUCCIÓN La idea de un vehículo volador dirigido de forma remota y sin tripulación surgió mucho antes de lo que se puede presuponer, apareciendo en escena en el año 1849 en Austria y con el objetivo de lanzar explosivos sobre la ciudad de Venecia. Décadas después, el mismo Nikola Tesla obtiene las patentes para Texto entradilla: Adrià Muros Alcojor Con un presente prometedor, es necesario señalar cuáles son las estrategias (y obstáculos también) en materia de iluminación que organizadores, gobiernos, artistas y empresas están comenzando a implementar en espectáculos de toda índole, y más aún cuáles son las potencialidades de cara al futuro. RADIOGRAFÍA DE UN DRON La versatilidad que se le atribuye a los VANT (vehículo aéreo no tripulado) se debe en gran medida a que, a su configuración básica, se le pueden adicionar distintas herramientas periféricas. En principio, resulta fundamental para cualquier unidad contar con elementos físicos tales como chasis, motor, batería y rotores (suelen ir de entre tres a ocho por unidad); así como también elementos informáticos para que cada vehículo opere exitosamente por los aires: placa madre, GPS, acelerómetro, altímetro, giroscopio, telemetría y estabilizador son los responsables de la ubicación, estabilización y comunicación con el operador de turno. A partir de esta disposición primaria, dos variables pueden multiplicar sus funciones: su tamaño (pueden tener las dimensiones de una abeja o llegar a los diez metros de largo); y la presencia de desarrollar mecanismos defensivos con la misma lógica. Pero no es hasta la llegada del nuevo milenio, y más propiamente durante la última década, que el desarrollo de los drones deja de ser exclusivamente con fines bélicos y se diversifica, exponencialmente, a un sinfín de campos de acción. 8 AULA CD El artículo de Stefania Salamone explora las posibilidades de incorporar la iluminación en los VANT y nos muestra unos primeros ejemplos vinculados a espectáculos de iluminación efímeros. Sin duda, estamos en un momento de exploración de posibilidades de aplicación de mayor utilidad e interés para la sociedad como información, iluminación, búsqueda, soporte a emergencias o nuevos lenguajes. Las nuevas tecnologías y los drones estarán cada vez más presentes en el cielo de nuestras ciudades. Están empezando a sustituir espectáculos o festivales como el ‘Matsuri del Obon’ japonés, conocido en occidente como el festival de los farolillos, o los festivales de fuegos artificiales de nuestras ciudades. Se abre un camino nuevo mediante la posibilidad del libre movimiento de la luz, siguiendo patrones especiales totalmente controlados, aunque todavía con muchas limitaciones de autonomía, intensidad, calidad… que en breve veremos cómo evolucionan y qué futuro nos deparan. En cualquier caso, bienvenidas sean todas las innovaciones que iluminan nuestro espacio, si contribuyen a mejorar nuestras experiencias y nuestro devenir como sociedad. Stefania Salamone, arquitecta. FADU-UBA, Buenos Aires (Argentina)

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