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TELETRABAJO 31 También estábamos a acostumbrados a mantener una relación con el cliente a distancia. En principio más basada en el teléfono y el correo electrónico, y después integramos la videoconferencia y las videollamadas. Lo cierto es que durante el confinamiento no vimos una caída de productividad; los comerciales seguían vendiendo, pero de una manera distinta. ¿En qué momento os planteáis que el teletrabajo fuera algo definitivo? A los dos o tres meses de vernos obligados al trabajo en remoto vimos que podía ser un cambio de modelo de trabajo definitivo. Después del verano, con la incertidumbre de cuanto iba a durar el COVID, nos planteamos que fuera permanente, cerrando todas nuestras sedes y abrimos un nuevo especio en el centro de trabajado flexible Spaces AZCA, un lugar muy céntrico de Madrid. El equipo directivo fuimos valientes. Pensamos que podría funcionar, pero teníamos que preguntar a los empleados. Hicimos una encuesta sobre teletrabajo, donde les dábamos varias opciones. Casi el 95% prefirió seguir con la fórmula en remoto, un resultado que para mí no fue sorprendente, pero que no sé si es extrapolable a todas las empresas. Lo denomináis un modelo de teletrabajo flexible… Es cierto que había un punto que recuperar. La pandemia había generado cansancio y soledad en algunos casos. Teníamos que buscar puntos de rencuentro con los empleados y compatibilizarlo con el teletrabajo; también pensando en la gente que se incorpora nueva en un entorno de trabajo en remoto. Acordamos que cada departamento fuera 1 o 2 días en la oficina para mantener sus reuniones de equipo, comer juntos, etc. Haciéndolo por departamentos tenía sentido. Eso es lo que hemos pactado, un modelo de teletrabajo flexible. No es un horario regulado como antes. Es un esquema flexible; dentro de lo que consideramos un horario laboral, el empleado elige las 7,5 horas que desea trabajar. Esto es fundamental porque es lo que ha permitido a los trabajadores organizar su vida personal. También hemos visto casos de personal con reducción de jornada que se la ha quitado porque ahora se pueden organizar mejor. Reflejo de los beneficios de este modelo es que en las encuestas de satisfacción de realizamos entre los empleados ahora estamos en máximos. ¿Está siendo todo ventajas? ¿Cuáles serían los aspectos menos positivos del teletrabajo? Para el empleado las ventajas están muy claras: teletrabajo y flexibilidad van de la mano. El teletrabajo permite mejorar la calidad de vida, ahorrar atascos, estrés y conciliar la vida personal con la profesional según las circunstancias y necesidades de cada uno. El cambio de paradigma que libera a los empleados de las limitaciones de la ubicación les permite beneficiarse de un acceso a la información desde donde lo necesiten, cuando lo requieran, lo que -además- permite conciliar diferentes localizaciones geográficas. Como empresa también hemos ganado en flexibilidad en la atención al cliente, que ya no está restringida a un horario determinado. En costes de oficina hemos ahorrado un 40% y un tema importante, a parte de la satisfacción del empleado, es la atracción de talento. Ahora mismo un candidato lo primero que pregunta es qué esquema de teletrabajo tienes, eso antes no se preguntaba. Está siendo una ventaja competitiva frente a empresas más tradicionales. La parte menos positiva ha sido el tema de recuperar el vínculo emocional y el ‘on boarding’ de los empleados nuevos en un entorno remoto. Más allá de eso no he visto dificultades, solo ventajas. ¿Cómo ha sido el reto desde el punto de vista tecnológico? Aunque es cierto que es el reto más importante al que nos hemos tenido que enfrentar, no nos dabamiedo esa vertiente. La principal dificultad es que veníamos de una arquitectura on-premise. A día de hoy, estamos a mitad de camino de convertirnos una compañía cien por cien cloud. En nuestras oficinas de Madrid teníamos servidores, rack... El Call Manager -Asterisk-, un elemento muy importante para nosotros, lo teníamos alojado inhouse. Otra parte de los aplicativos, como el CRM y el 100% de los servicios a nuestros clientes lo teníamos on-premise, pero en el CPD de un proveedor. Era un modelo que funciona bien, pero cada vez que había una interrupción del servicio implicaba una intervención manual, a veces implicaba desplazamiento, arrancar máquinas… nada que no fuera salvable, pero interrumpía el servicio habitual. Con la borrasca Filomena vimos además que tenía riesgos imprevistos. ENCUESTA ENTRE LOS EMPLEADOS QDQ Group ha elaborado una encuesta entre todos sus empleados que revela que el 94% de sus trabajadores prefieren mantener el trabajo en remoto y consideran que su productividad es tan buena como antes. El sondeo destaca que las preguntas mejor puntuadas entre los empleados fueron las asociadas al teletrabajo (87 sobre 100). En concreto la pregunta 'Me gustaría poder teletrabajar en el futuro' obtuvo una puntuación de 87 sobre 100

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