C145 - Automatización para la Industria 4.0

ENTREVISTA 58 Pese a no ser un concepto nuevo, la inteligencia artificial ha revolucionado en pocos meses el mundo. ¿Cómo se ha integrado la IA en Rockwell Automation, tanto a nivel interno, como de fabricación, como de apuesta tecnológica en los productos que desarrolla la empresa? Rockwell Automation está integrando inteligencia artificial, tanto como empresa en sus sistemas productivos como en sus productos. También la empleamos en temas de mejora de procesos internos, en la gestión de la cadena de suministros, en la planificación de la producción o en la gestión de inventarios, así como a la hora de flexibilizar la fabricación, hacerla más inteligente, la posibilidad de adaptarnos y optimizar en tiempo real. En todo este tipo de procesos internos la IA nos permite ser más eficientes. Por otro lado, basándonos en algoritmos, por ejemplo, de aprendizaje automático, usamos la IA para mejorar todo lo que es el control de procesos, predecir fallos en los equipos, evitar paradas no deseadas, en definitiva, optimizar la producción en nuestros productos. Los productos que desarrollamos con algoritmos de aprendizaje ofrecen un análisis mucho más avanzado de datos y facilitan al usuario la toma de decisiones. En el mantenimiento predictivo, identificar patrones o tendencias es muy importante para predecir fallos antes de que ocurran. Otra área donde estamos empezando a aplicar la IA es en la asistencia al cliente, por ejemplo, con chatbots para ofrecer una respuesta inmediata al cliente, basada en información histórica, en información que tenemos sobre las preguntas habituales o los problemas habituales de los clientes. Estamos trabajando en él, pero no se ha lanzado todavía. ¿A qué retos, además de la inteligencia artificial, cree que se enfrenta el sector en la actualidad? Recientemente, hemos elaborado una encuesta entre clientes EMEA sobre la fabricación inteligente, que nos ofrece una visión de los retos y las necesidades a los que se enfrentan. Uno de ellos era, por supuesto, la ciberseguridad. Otro era la transformación digital, que todo el mundo identifica como el camino a seguir. El reto es que para ello se necesitan tecnologías y sistemas en los que hay invertir recursos y tiempo. Esto supone un gran desafío para muchas empresas. Otro de los aspectos que destacaron los clientes es la escasez de personal cualificado, de talento. Esto, para muchas empresas, supone una limitación para seguir creciendo. Finalmente, un reto importante para los encuestados es la sostenibilidad. ¿Es el medio ambiente una preocupación real para las empresas, más allá de la imagen que puedan proyectar como empresas sostenibles? Bueno, yo te diría que sí. No solo es real, es que también hay regulaciones al respecto. En la encuesta un 83% de empresas tenía algún tipo de política relacionada con el ESG (Environmental, Social and Governance), es decir, con factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo. El mercado, la sociedad le está pidiendo a las empresas que sean sostenibles. ¿Y está dispuesto ese mercado a pagar más por un producto o servicio sostenible por el hecho de que sea sostenible? ¿Quién asume el sobrecoste de ser respetuoso con el medio ambiente? Considero que cada vez más el consumidor aprecia los aspectos de sostenibilidad de las empresas y de ecología. Hay clientes dispuestos a pagar más por tener un producto más sostenible, pero posiblemente con el tiempo eso tenga que normalizarse. Yo creo que la empresa tiene que encontrar los mecanismos para ser más sostenible. Por ejemplo, si tú mejoras tu calidad tendrás menos rechazo, tendrás menos residuos. Si optimizas tu consumo energético, tu consumo de agua, también vas a mejorar tu sostenibilidad y no tiene por qué afectarte al precio de tu producto. Simplemente tienes que tener los mecanismos, los controles. n

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