IARQCO

23 PROYECTO Detalle del mostrador de recepción que reinterpreta las taquillas de las estaciones de tren de antaño. Foto: Manolo Yllera. lado en cinco cuerpos: el lobby de la antigua estación y dos alas laterales, totalmente simétricas, que culminan en un cuerpo de coronación. De estilo afrancesado, su exterior está inspirado en la arquitectura parisina de finales del siglo XIX. A nivel de materiales, combina de forma variada hormigón, piedra, hierro, cristal y pizarra, generando un interesante contraste cromático. A nivel creativo, el estudio ha desarrollado un hilo conductor común para todo el proyecto, evocando esa época dorada del ferrocarril de los años 20, pero creando una personalidad propia para cada espacio dentro del hotel. Así, a través del diseño exclusivo de piezas y luminarias, del desarrollo de paletas cromáticas ad-hoc y de la atención pormenorizada a los detalles, han conseguido que cada estancia proyecte su propia esencia. El lobby, por ejemplo, es sin lugar a dudas uno de los espacios más especiales del establecimiento, no tanto por su innovación sino por su monumentalidad, y por lo que implica tener que actuar sobre un espacio protegido desde su apertura en 1928, intentando trabajarlo de forma sutil, pero dejando huella. Así, por un lado, Spada y Corbani han recuperado el suelo original de la parte central del lobby, creando una especie de alfombra alrededor de la escalera principa; y por otro, han reinterpretado las formas geométricas de este diseño, simplificándolas y actualizándolas para el suelo restante de la estación. Además, han apostado por tonos piedra para las paredes, junto a materiales textiles como Vescom en tonos marrones, en contraste con las molduras en blanco, para dar más calidez a este gran habitáculo. Como elemento central del hall, se encuentran las antiguas escaleras que daban acceso a la estación, que dividen a un lado la zona de recepción y al otro una zona de sofás y bancadas. Ambas áreas están encabezadas por los escudos de España y Francia, uno enfrentado al otro, y dos grandes chandeliers diseñados en exclusiva por el estudio, junto a faroles originales recuperados de la época. Para la recepción del hotel, el estudio ha diseñado un gran mostrador reinterpretando las taquillas de las grandes estaciones del siglo XX, en este caso utilizando madera de nogal con elementos metálicos en tono bronce e incorporando guiños a los hoteles de la época, como el casillero de llaves diseñado ad-hoc. Encima de este mostrador se ubica un gran reloj que simboliza el paso del tiempo, de forma valiosa y pausada, reflejando de forma simbólica el sentimiento que en esos años representaba un viaje en tren. En la zona de sofás, se encuentran varias bancadas inspiradas en los bancos de las estaciones de la época dorada del ferrocarril, que se materializa en otras estancias de este resort.

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