iARQCO_AQ23

Harivenasa se encuentra rodeada del Valle de Arakil (Navarra) y su misión es compartir el espacio con el entorno natural, a partir de una volumetría sencilla y el uso de colores neutros. Integrar una fábrica de enormes dimensiones en un espacio verde ha supuesto un auténtico desafío para el equipo de IDOM. Debido al carácter eminentemente industrial de Harivenasa y a su exigencia funcional, el nuevo edificio necesitaba adaptarse al ambiente rural donde se integra. Con el objeto de mitigar el impacto visual de una edificación de estas características, se propuso un diseño cuidado, de volumetría sencilla y colores neutros, para perseguir una imagen limpia, de cierto carácter tecnológico, poniéndolo en valor en el entorno circundante. En definitiva, como si de una roca más se tratara, este proyecto se asemeja más a una escultura que a la arquitectura misma. La construcción está constituida por una serie de volúmenes regulares y simples de diferentes alturas unidos entre sí. Dada su configuración industrial, no podía incorporarse elementos de arquitectura vernácula, tales como tipologías constructivas o determinada estética tradicional propia de esta tierra. Sin embargo, el equipo de IDOM propuso una edificación más propia de un edificio dotacional que de una mera factoría industrial. Para ello, se apostó por volumetrías marcadas y sencillas que muestren la construcción como un objeto abstracto, pero con cierto valor plástico y geométrico. Este camino es el único que era viable para insertar una edificación de estas características en un entorno de tan alto valor medioambiental. P PROYECTO

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx