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ENTREVISTA 43 incorpora la arquitectura del movimiento moderno. Así, en el “Plan Nacional de Protección del Patrimonio Cultural del siglo XX”, se introduce el apartado de arquitectura moderna al que se incorporan 256 edificios del Registro Docomomo Ibérico. De repente, contábamos con el reconocimiento de la protección de la arquitectura del movimiento moderno. Desde ese momento, puede decirse que una central hidroeléctrica tiene tanta importancia cultural y arquitectónica como una catedral. Se había conquistado para el patrimonio cultural y arquitectónico esa etapa de los años 25 a 65, del siglo XX, para situarlo a la altura de cualquier otro edificio que hubiera merecido la atención en las grandes historias de la arquitectura. El panorama había cambiado radicalmente. Posteriormente, se amplió el listado Docomomo Ibérico hasta el año 1975. Desde entonces son 2.419 los edificios del periodo 25-75 que Docomomo Ibérico propone que alcancen la protección que los salvaguardaría. El esfuerzo había valido la pena porque se encontró una administración pública receptiva. El año pasado estuve en Asturias, en las zonas de montaña, más de tierra adentro, donde hay obra hidroeléctrica importante y me di cuenta de este cambio de paradigma y que la gente del lugar empezaba a valorarlo, incluso como atractivo turístico. La gente que viaja y se interesa por la arquitectura empieza también a interesarse por esto. En Asturias hay actualmente rutas turísticas que recorren sus centrales hidroeléctricas. Ahora aparece un segundo reto, dar unos usos a este patrimonio, tanto desde el ámbito público como privado. En la vuelta a poner en valor estos edificios hay un reto para el promotor pero también un reto técnico para el arquitecto en su restauración. Será necesario investigar cómo se conservan las tecnologías que se empleaban en el momento de la construcción de estos edificios. Sí, este es un problema muy real, al que se añade otro, que es que en la rehabilitación de estos edificios se plantean ciertas dificultades específicas. El Código Técnico de la Edificación garantiza unas prestaciones indispensables, pero impone unas exigencias que a menudo chocan con las características arquitectónicas de estos edificios. Por ejemplo, en edificios de ladrillo que no cumplen las actuales prestaciones de aislamiento térmico, la solución más eficaz y usual es envolverlo con o similar. Eso anula la materialidad del ladrillo y arruina la visión y posible excelencia patrimonial del edificio. La estrategia de rehabilitación adecuada pasa pues por encontrar la compatibilización entre las exigencias actuales del CTE y las de la conservación de las cualidades arquitectónicas originales. En este sentido, hemos llevado a cabo algún trabajo con el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y el Instituto Torroja del CSIC, con la Escuela de Arquitectura de Valladolid y con el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico. De esta colaboración, hemos estudiado alguna casuística y hemos podido comprobar que, con una dosis Casa Cela, 1961. Antonio Corrales Gutiérrez y Ramón Vázquez Molezún. Palma de Mallorca. https://docomomoiberico.com/edificios/casa-cela/. Foto: © José Hevia/Fundación Docomomo Ibérico.

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