“Encontraremos nuestro hueco para seguir compitiendo”
Entrevista al presidente de la CEEES, Jorge de Benito
Desde sus orígenes hasta la actualidad, las estaciones de servicio se han adaptado a los sucesivos cambios de hábitos de la sociedad, una cualidad a la que deberán recurrir de nuevo para dar respuesta a las nuevas formas de movilidad que se van implantado, en mayor o menor medida, en las principales ciudades españolas. También en el ámbito rural será necesario dar otra vuelta de tuerca a la actividad para que las estaciones de servicio continúen siendo referencia en el comercio local. Jorge de Benito, presidente de la CEEES, confía en el buen hacer de los empresarios para lograr un objetivo que no está exento de dificultades.
El siglo XXI, particularmente la segunda década que estamos atravesando, está poniendo a prueba las habilidades y conocimientos de multitud de actividades económicas, que en muchos casos deben hacer frente a competidores que siempre han estado ahí y a nuevos actores. En el caso de las estaciones de servicio se suman un cambio estructural, la descarbonización de la economía unida a la necesidad de mejorar la calidad del aire de las principales ciudades europeas, a otro interno: el florecimiento de un modelo de negocio, el de las gasolineras desatendidas, que “repito, no tienen cabida en el sector, puesto que su modelo hace inviable el cumplimiento de una serie de normas preceptivas para las instalaciones de suministro de carburante”.
Jorge de Benito, quien ha cumplido ya dos años al frente de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES), agradece en esta entrevista “el excelente trabajo que están realizando todos los integrantes del Comité Ejecutivo que presido y todos los asociados en general” y también “a nuestros asesores y a nuestro personal”.
La entrevista se realizó antes de la filtración de algunos de los principales cambios contemplados en el anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que ha despertado un rechazo frontal por parte de diversos sectores económicos.
Desde el punto de vista del negocio, ¿cómo está siendo 2018 para el sector de las estaciones de servicio? A pesar de la reducción de los márgenes, se han producido diversos movimientos empresariales que denotan un elevado interés por parte de operadoras y grupos de inversión por fortalecer o bien iniciar su presencia en el mercado. Dos ejemplos los encontramos en las operaciones cerradas por Disa y BP que han adquirido un buen número de puntos de venta.
Los márgenes van a la baja y la menor rentabilidad por litro no se ve compensada por un incremento de litros vendidos, así que la situación es difícil. En cualquier caso, los empresarios de estaciones de servicio hemos de ser conscientes de que si grandes empresas están protagonizando movimientos como los que se mencionan, eso significa que el sector sigue siendo interesante. Hay incertidumbre y un escenario cambiante, pero tenemos que saber encontrar nuestro hueco para seguir compitiendo.
Además de presidir la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio, también está al frente de la Asociación Regional de Empresarios de Estaciones de Servicio de Cantabria, ¿qué novedades reseñables se han producido en Cantabria en los últimos meses?
La principal novedad reseñable en el sector fue la entrada en vigor de la Ley de Cantabria 9/2017 que modifica la Ley de Cantabria 1/2006 exigiendo que las estaciones de servicio cántabras tengan personal mientras permanezcan abiertas al público, salvo aquellas que se encuentren en zonas aisladas. En Cantabria hemos denunciado a la Administración las instalaciones que incumplen la citada Ley y tenemos constancia de apertura de diligencias al respecto.
A nivel asociativo, ¿qué tal ha ido el año como presidente de la CEEES?
En la CEEES hemos llevado a cabo -y seguimos haciéndolo- una actividad muy intensa en diversos frentes que afectan a los negocios de nuestros asociados. He de reconocer públicamente el excelente trabajo que están realizando todos los integrantes del Comité Ejecutivo que presido y todos los asociados en general, pues dentro de la Asamblea General hemos establecido grupos de trabajo que siguen diversos asuntos de interés para los empresarios de estaciones de servicio. Mención especial, por tanto, a nuestros asesores y a nuestro personal, ya que estamos en épocas intensas.
¿Cuáles son los principales frentes que tiene abiertos la CEEES?
Parece una obviedad decirlo, y más en 2018, pero nuestro principal objetivo es que quienes desarrollan su actividad en el sector de la distribución de carburante al por menor puedan competir en igualdad de condiciones con el resto de actores del mercado.
Para alcanzar esa meta, estamos corriendo una carrera de fondo que cuenta con varias etapas, todas ellas encaminadas a erradicar la competencia desleal en nuestro sector, que se lleva a cabo esencialmente por determinadas cooperativas y por las gasolineras desatendidas, que, repito, no tienen cabida en el sector, puesto que su modelo hace inviable el cumplimiento de una serie de normas preceptivas para las instalaciones de suministro de carburante.
La CEEES está desarrollando diversas iniciativas relacionadas con los combustibles alternativos y otras energías, como atestigua el acuerdo alcanzado con Gasnam. ¿Cuál es tu opinión sobre la movilidad eléctrica y acerca del papel que jugarán los gases vehiculares, desde el GLP al GNC y GNL?
Los empresarios de estaciones de servicio llevamos décadas garantizando la movilidad de los conductores españoles. Hasta ahora lo hemos hecho vendiendo principalmente gasóleo y gasolina, pero lo cierto es que el producto es lo de menos. No quiero que se me malinterprete, nosotros llevamos el combustible en las venas y seguiremos vendiendo gasolina y gasóleo muchos años. Pero lo importante es que seguiremos siendo garantes de la movilidad de los ciudadanos, independientemente de la fuente energética que propulse los vehículos del futuro.
Más allá de las ventajas a la hora de adquirir la energía eléctrica en el mercado mayorista, ¿son los postes de recarga de baterías de vehículos eléctricos una oportunidad real para las estaciones de servicios?
Desde luego no están siendo ni serán la panacea, pero en determinadas estaciones de servicio pueden ser una buena solución para dar servicio a propietarios de vehículos eléctricos. Pero deben ser instalaciones con unas características muy concretas. La red española de estaciones de servicio es muy diversa y soluciones que en algunas instalaciones funcionan muy bien en otras fracasan. Cada empresario debe encontrar su propio nicho de mercado y apostar por él.
La incertidumbre que rodea a la fiscalidad del gasóleo, la propia demonización de este carburante, la promoción y la buena imagen que tienen los vehículos eléctricos, ¿abocan a un periodo de incertidumbre en el que será mejor ‘no moverse’ o, por el contrario, es el momento adecuado para tomar ciertas decisiones empresariales y diferenciarse de los competidores?
Somos empresarios, así que ‘no moverse’ no es una opción. Nos ha tocado vivir en un mundo vertiginoso y cambiante, con una competencia brutal y competencia no sólo desde dentro del sector, sino también entre las diferentes fuentes energéticas. Como decía antes, cada empresario debe encontrar su camino y elaborar un plan estratégico que marque el rumbo a seguir en los próximos diez años.
¿Qué situación es más complicada, la que se vivirá en las ciudades, en las que es probable que las ventas de carburantes sigan cayendo como consecuencia de las mejoras en eficiencia de los motores de combustión y el incremento del parque eléctrico y del uso compartido de todo tipo de vehículos, o la de las estaciones rurales, que en algunos casos presentan bajas ventas de carburantes y no tienen tan fácil la diversificación de productos y servicios?
Como se dice coloquialmente, ¿susto o muerte?. La situación de cada uno de esos tipos de estación es y será muy compleja. Al final, la única opción que tendrán unas y otras será diferenciarse de su competencia y ofrecer productos y servicios novedosos. Hay que echarle imaginación si queremos sobrevivir, tengamos nuestro negocio en zonas rurales o en entornos urbanos.
¿Se puede ser optimista con respecto al negocio? Y si no es así, ¿se debe serlo, a pesar de todo?
Los empresarios somos optimistas por naturaleza, si no lo fuéramos no arriesgaríamos nuestro dinero y no dedicaríamos nuestras vidas a sacar adelante nuestros negocios, nos dedicaríamos a otra cosa. Se puede y se debe ser optimista, aunque es cierto que, en un entorno cada vez más hostil hacia la actividad que tradicionalmente hemos desarrollado, resulta complicado mantener el optimismo.
Saliendo un poco del sector, en muchas ciudades el comercio local, el tradicional, se ha visto muy afectado por la apertura de centros comerciales en los que se instalan las mismas franquicias. Pero algunas de esas grandes cadenas de gran consumo están abriendo puntos de venta en los centros urbanos. ¿Crees que de ese fenómeno se puede extraer alguna enseñanza para las estaciones de servicio que, al fin y al cabo, se han convertido en pequeños centros comerciales en los que se puede adquirir una enorme variedad de productos y servicios?
Y tanto que podemos extraer alguna enseñanza de ese fenómeno. De hecho, hace ya mucho que dejamos de ser gasolineros para convertirnos, si se me permite la expresión, en ‘golosineros’. Nuestros negocios no venden sólo carburante, sino que son panaderías, ultramarinos, estancos, quioscos, tiendas de chucherías, cafeterías, restaurantes, bares, hoteles, jugueterías, tiendas de recambios, parafarmacias, etc.
El acontecimiento técnico que han marcado la actividad ha sido la entrada en vigor, hace ya más de un año, de la ITC-04, ¿cuál es tu opinión sobre la norma? ¿Crees que propiciará algún cambio relevante en el sector? Me refiero a la posibilidad de que algunas instalaciones no estén en disposición de actualizar sus equipos y sistemas y prefieran vender o cerrar la instalación.
Hemos trabajado intensamente para intentar minimizar los efectos de la norma en las estaciones de servicio más pequeñas y con menos ventas. En cualquier caso, estoy seguro de que los empresarios del sector, con muchísimo esfuerzo, seguirán adelante con sus negocios. Nosotros sí cumplimos con todas las normas aplicables a las instalaciones de suministro, a diferencia de lo que pretenden hacer otros actores llegados al sector y a quienes parece no gustarles la nueva ITC-04, puesto que han recurrido determinados aspectos de la norma.
Finalmente, recientemente se produjo un accidente en una instalación desatendida que ha generado daños muy graves a un usuario. Es algo sobre lo que veníais avisando desde hace tiempo. ¿Cree que este acontecimiento generará un cambio de actitud por parte de las autoridades con respecto a las gasolineras sin personal?
No lo sé. Sólo sé que es lamentable que haya tenido que haber un herido gravísimo para que en determinados círculos comiencen a hacerse estas preguntas. ¿Qué tiene que pasar para que las diferentes administraciones velen de una vez por todas por la seguridad de sus contribuyentes?
