València reforzará la limpieza urbana y actualiza su estrategia climática
Esta propuesta se alinea con las necesidades provocadas por el aumento de la presión turística y se complementa con la aprobación de una moción alternativa sobre mejora climática que prioriza la planificación sostenible ante el incremento de las temperaturas.
La moción presentada por Carlos Mundina sustituye a la propuesta inicial de Compromís, que fue modificada con una enmienda del grupo Socialista. El texto finalmente aprobado contempla, además de la revisión de los servicios públicos, la implantación de mecanismos de control del trabajo realizado por las empresas adjudicatarias. El objetivo, según explicó Mundina, es garantizar un servicio más eficiente y transparente.
La propuesta alternativa de Compromís solicitaba un estudio técnico exhaustivo sobre la recogida de residuos en los barrios con mayor presión turística, con el objetivo de adaptar el sistema a las necesidades de estas zonas, minimizar el impacto visual y ambiental de los contenedores en áreas catalogadas como Bien de Interés Cultural (BIC) y aumentar la frecuencia de recogida.
Duras críticas de la oposición
Durante el debate, los grupos de la oposición centraron sus intervenciones en la situación de la limpieza urbana. La concejala de Compromís, Lluïsa Notario, declaró que la ciudad “está sucia como un basurero y esto lo dice tanto la prensa como la ciudadanía”. Además, citó datos del CIS y del Infobarómetro municipal, destacando que “un 33% de los vecinas y vecinos de València indican que la limpieza empeora y, además, sitúan esta cuestión en el segundo lugar en sus preocupaciones solo por detrás de la vivienda”.
Por su parte, el concejal socialista Javier Mateo criticó la falta de soluciones por parte del consistorio y denunció que “València está más sucia que nunca, hay excrementos en las aceras, contenedores desbordados, la sensación de que el Ayuntamiento no tiene una solución. La recogida y el baldeo es insuficiente, los barrios de la periferia todavía están peor porque han llegado a pasar hasta 12 días para recoger enseres de las calles”. También cuestionó la eficacia del contrato municipal de limpieza, valorado en 1.300 millones de euros, por “no cumplir con su finalidad” y por la falta de fiscalización a las contratas.
Frente a estas acusaciones, Carlos Mundina defendió la actuación del gobierno local. El concejal de Limpieza y Recogida de Residuos enumeró varias actuaciones recientes, entre ellas “el incremento del presupuesto de limpieza en casi 7 millones de euros”, así como el refuerzo de los servicios de recogida, baldeo y limpieza de playas.
En relación con la gestión del turismo y su impacto en el entorno urbano, Mundina responsabilizó a los anteriores gobiernos municipales de la situación actual: “Permitieron un 10% de viviendas turísticas en el Cabanyal, se inscribieron 4.500 apartamentos turísticos y apenas sancionaban. Nosotros hemos hecho una moratoria, estamos trabajando en la normativa más restrictiva de toda España, realizamos 700 inspecciones y hemos clausurado 1.000 apartamentos”.
Plan de Mejora Climática
En el mismo Pleno se aprobó también, con los votos a favor del equipo de gobierno y el rechazo de la oposición, una moción presentada por Carlos Mundina como concejal de Mejora Climática, que propone continuar con los trabajos de redacción del Plan de Mejora Climática de València. Esta propuesta reemplaza a la moción inicial de Compromís y plantea “acciones climáticas agrupadas por temática que prioricen y aborden los retos actuales y anticipe las necesidades futuras garantizando una planificación robusta y sostenible a largo plazo”.
Entre las propuestas rechazadas de Compromís figuraban medidas como la construcción de nuevas piscinas de verano en los barrios, el incremento del arbolado urbano, la instalación de pérgolas fotovoltaicas en jardines, el fomento del urbanismo con materiales que reduzcan la acumulación de calor, el desarrollo del Plan Verde y de la Biodiversidad Urbana y la mejora de las líneas 32 y 10 de la EMT.
Carlos Mundina afirmó que el equipo de gobierno “no niega las evidencias científicas del cambio climático” y destacó algunas de las medidas en marcha, como “abrir refugios climáticos, instalar próximamente otras 20 fuentes de agua refrigerada y un plan verde escolar para renaturalizar los patios de colegios”.
Sin embargo, el concejal Sergio Campillo, de Compromís, acusó al gobierno de no estar a la altura de la emergencia climática y pidió “eliminar el tráfico, quitar plazas duras y substituirlas por bosquetes sostenibles, como está haciendo París”. En la misma línea crítica, la concejala socialista Elisa Valía denunció que el Partido Popular “practica un negacionismo silente, como dejar el túnel de Pérez Galdós, que causa un efecto de isla de calor sobre la avenida, o substituir el corredor verde previsto junto al Parc Central por una avenida con coches”.
Con estas iniciativas, el Ayuntamiento de València articula una doble línea de actuación que combina la mejora de los servicios públicos esenciales con la planificación medioambiental a largo plazo, en respuesta tanto al crecimiento turístico como al desafío climático.












