Los parques de agua de Vortex facilitan la inclusión real

“Cuando hablamos de inclusión, lo primero que nos suele venir a la cabeza es la inclusión social referida al ámbito económico. Que la capacidad adquisitiva de una persona no suponga un factor de peso para la exclusión de la sociedad. Pero la inclusión social va más allá. En este caso”, apuntan fuentes de Vortex, “nos referimos a aquella que afecta al desarrollo normal en el día a día de todas las personas, sean tanto niños como mayores, que poseen diferentes capacidades físicas, sensoriales o motoras.”

La inclusión de estas personas es un derecho que viene recogido en la Convención de la ONU sobre los derechos de las personas con discapacidad, que pretende “promover, proteger y asegurar el goce pleno y en condiciones de igualdad de todos los derechos humanos y libertades fundamentales por todas las personas con discapacidad, así como promover el respeto de su dignidad inherente”.

Así “es como se conoce al denominado Diseño Universal, que es aplicable a cualquier entono u objeto, y que busca que todas las personas pueden utilizarlo con la máxima autonomía e independencia sin tener en cuenta sus capacidades físicas, sensoriales o cognitivas”, detallan fuentes de Vortex.

En muchas ocasiones Vortex se enfrenta “a proyectos que creen estar diseñados para personas que tienen este tipo de capacidades especiales, pero no es hasta que uno se pone en la piel de las mismas cuando se da cuenta de que realmente el acceso o el uso que se le puede dar a ese proyecto o esa instalación es prácticamente imposible.”

La compañía afirma estar “totalmente comprometida con todos y cada uno de los preceptos y dogmas del Diseño Universal y de la inclusión”. Como consecuencia, continúan desde Vortex, “todos los juegos de ocio acuático que diseñamos y fabricamos, sean parques de agua o fuentes lúdicas, están pensados para que cualquier persona, sean cuales sean sus capacidades, puedan disfrutar de todos ellos al máximo, y no solo a nivel arquitectónico con la supresión de todas esas barreras que llegan a dificultar su día a día, también que logren que el placer del juego, la diversión o el disfrute, sean también completamente accesibles”.

Los parques de agua sin profundidad de Vortex evitan los obstáculos más comunes que se pueden encontrar en otro tipo de instalaciones, puesto que al carecer de profundidad el acceso al mismo es muy sencillo gracias a la inexistencia de dificultosos escalones o rampas demasiado pronunciadas.

La solución Splashpad permite que niños con diferentes capacidades puedan “disfrutar, reír, imaginar y sentir una experiencia única gracias a la combinación de los diferentes movimientos que realiza el agua como pueden ser la bruma, el rocío o los chorros de diferente intensidad, así como los muchos juegos que conforman la colección”.

De la misma manera, con los diferentes juegos que integran la colección Water Journey todos los niños podrán divertirse a la vez que aprenden con el recorrido natural del agua. Además, los niños podrán sociabilizar entre sí y el juego se convertirá en el camino perfecto para que la integración no sea exclusivamente a nivel arquitectónico, sino que llegue también a nivel personal.”