Existe en el mercado una serie de instrumentos de alta precisión con los que se permite interpretar y medir el lenguaje del color con el objetivo de mantener los estándares de calidad

Medición del color en plástico, claves e instrumentos necesarios

Redacción Interempresas24/10/2016

Como ya habíamos tratado de forma genérica en uno de nuestros anteriores artículos, la producción de plástico y derivados viene cada vez más condicionada por las exigencias de exactitud y fiabilidad demandadas por el mercado; convirtiéndose en una máxima a la hora de garantizar los requerimientos de calidad. Los fabricantes de componentes y productos finales necesitan llevar a cabo un exhaustivo control del color de sus productos para cumplir las directrices de sus clientes.

Para ayudarlos en este proceso, firmas como Konica Minolta, representada por Aquateknica, han diseñado una serie de instrumentos de alta precisión con los que se permite interpretar y medir el lenguaje del color con el objetivo de mantener los estándares de calidad. Por ello, es importante que tanto responsables de calidad como los operarios de la planta conozcan las herramientas adecuadas disponibles en el mercado para realizar su tarea de forma óptima; y para ello es necesario estar al corriente de las diferentes pautas en el control del color para este tipo de materiales. Uno de los principales aspectos a tener en cuenta es la escala cromática de la que se sirve el cliente, y a la que deberemos referirnos en todo caso.

Los instrumentos de medición de color suelen funcionar mediante la asignación de un valor numérico para cada uno de los tres elementos básicos de los que está compuesto el color: intensidad cromática, matiz y pureza. Dicho esto, actualmente encontramos tres estándares comunes que sirven para representar un determinado color: CIE Xyz, CIE L*a*b* y CIE L*C*h°.

Otro asunto importante en materia de medición de color cuando utilizamos cualquier colorímetro, espectrocolorímetro o espectrofotómetro, es el grado de resolución espectral requerido por el cliente. Sabido esto, es importante señalar que aquellos instrumentos capaces de ofrecer una mayor resolución del espectro visible son también más caros que los que lo hacen con una resolución menor. Por ejemplo, encontramos como los colorímetros proporcionan simplemente uno de los valores estándar comentados anteriormente, y lo hacen con una precisión moderada; mientras que los espectrofotómetros pueden ofrecer el resto de valores cromáticos estándar, así como los datos completos de la curva de reflectancia y con mayor resolución.

Asimismo, a la hora de medir el color del plástico es también relevante conocer el sistema de tolerancias utilizado por el cliente, siendo los más utilizados el CIELab, CMC Lab, DE 2000 y HunterLab. Dependiendo de las exigencias en materia de tolerancia podemos definir la necesidad de adquirir un colorímetro o algo más sofisticado como es el caso de los espectrofotómetros. Por último, la superficie, composición o textura del material a medir es importante a la hora de establecer las necesidades de cierto instrumento u otro, así como el tipo de iluminación utilizado en el momento del control.